Colabora


Presente y pasado

¿Golpe de timón?

Gallardón era, es, el hombre de PRISA en el PP. Demasiado próximo al PSOE, donde, en rigor, podría militar a cualquier efecto práctico: no es de extrañar que su derrota la hayan visto como propia los socialistas y sus portavoces, lo cual ya indica lo oportuno de la medida. Junto con la salida de Piqué, el PP mejora su imagen ante la mayoría de sus electores. Sin embargo falta mucho para que Rajoy pueda considerarse una alternativa real a Zapatero. Le falta reivindicar con claridad la democracia denunciando los desmanes de los separatistas y de la izquierda contra las libertades y la Constitución. Y le falta defender con energía y denunciar con argumentos claros e inteligibles la política de disgregación de España, en lugar de colaborar con ella. Para golpe de timón resulta algo tardío.

Rajoy puede ganar por poca diferencia, y entonces habrá de negociar con los separatistas el proceso de balcanización en marcha (muchos derechistas son capaces de aceptarlo, con tal de que no se haga bajo dirección del PSOE), y salvo que UPD logre votos suficientes para configurarse como partido de apoyo. Y puede ganar por mayoría absoluta (no imposible si las cosas siguen poniéndose feas para Zapo y los suyos), y entonces se verá sometido a una presión brutal del nuevo Frente Popular, que no hay motivos para creer que sepa resistir. Las perspectivas, por tanto, tienden a un empeoramiento en el proceso destructivo abierto por el PSOE.

¿Y si pierde Rajoy? Es difícil decir si, en tal caso, el proceso se acelerará o no. Sea como fuere, estamos inmersos en él, y no se le vislumbra salida, de momento.

--------

Rajoy: "Me importan mucho más los autónomos que las naciones o los derechos de las hectáreas".
Este hombre desbarra, carece totalmente de criterio. Así se entienden sus estatutos de autonomía y tantas otras cosas. Una desgracia.
--------

Imaginemos que, así como hay innumerables asociaciones para la “memoria” histórica, se hubieran formado localmente unas cuantas para la verdad histórica. Entonces habría habido en muchas localidades campañas de discusión y difusión del manifiesto, y colectas para publicarlo en la prensa local. El efecto habría sido inmensamente mayor. ¿Por qué no parece esto posible? Por una extendida tendencia a la pasividad. ¿Por qué los falsificadores de la historia se mueven tanto, en cambio? Puede decirse que porque están subvencionados, pero eso solo es parte de la verdad. Se mueven porque entienden claramente la trascendencia política actual y futura de sus campañas, algo que los futuristas, por ejemplo, están resueltos a no ver.

Hay algo especialmente deleznable en ese futurismo derechista: coincide más de lo que parece con la izquierda. Renuncian a la verdad, a clarificar el pasado, so pretexto de que ello genera crispación. Y con ello enturbian el futuro.

--------

Zapo respondió a la pregunta de Pedro J. sobre si era cristiano: “Sí, me han bautizado. Me amparo en mi derecho constitucional a no responderle”. En realidad ya había respondido, tal como Garaicoechea a la pregunta de si se sentía español: “tengo pasaporte español”. Ningún cristiano respondería como Zapo ni ningún español como Garaicoechea.

Pero vivimos en un país libre, y el presidente está en su derecho a declararse ateo, musulmán, agnóstico o lo que le plazca. ¿Por qué invoca el derecho constitucional? La Constitución dice que a nadie podrá obligarse a declarar sobre su ideología, religión o creencias, pero la invocación a la ley no viene al caso porque, por un lado, él no cesa de ostentar su ideología y otro tipo de creencias, en general anticristianas; y por otro nadie le obligaba, era solo una pregunta muy natural, y más a un político. Pues si él tiene perfecto derecho a creer en lo que le parezca, desde los extraterrestres al marxismo leninismo o el islamismo, los votantes tienen también derecho a saberlo, si juzgan el dato relevante para hacer su elección, que lo es.

Acaso Zapo calcula que declararse ateo, por ejemplo, puede restarle votos. En tal caso –y no se entiende otro–, revela falta de firmeza en sus convicciones y a la vez deseo de engañar a los electores, cosas ambas poco respetables política y éticamente.

Comenta Arcadi Espada, al hilo de la entrevista de El mundo: “Con mayor o menor cordialidad las personas religiosas no pierden ocasión de recordar la superioridad de sus trascendentales creencias sobre todas las demás”. Yo he notado esa actitud más bien en los ateos. Y sigue: “En la discusión sobre estos asuntos suele darse un momento álgido en que el creyente que acaba de afrontar una ironía, incluso suave, sobre su creencia, endurece el gesto y replica con talante perdido: Haga el favor de ser respetuoso”. Pero la cuestión no reside en ironías ni respetos, sino en hechos como las persecuciones religiosas del siglo XX y otras consecuencias aparentes del ateísmo, que los ateos se niegan rotundamente a tomar siquiera en consideración, como si nada hubiera pasado. O en hechos como que no son los obispos quienes intentan silenciar a los políticos ultralaicistas, sino a la inversa. E intentan silenciar también a los no católicos de la COPE, como Jiménez Losantos y César Vidal, o meter en la cárcel a quienes rebatimos su “memoria histórica”. He aquí unos puntos del mayor interés, que podía haberle planteado Pedro J. al individuo del derecho constitucional.

Prosigue Espada: “La misma reacción, idéntica, se produce en la discusión patriótica, que es la siguiente estafa”. ¿Estafa? Ya hablaremos de ello.

Y termina citando de D. Dennet: “La ignorancia no es algo vergonzoso; lo que es vergonzoso es imponer ignorancia”. Cierto. Y muy peligroso imponer como verdades opiniones harto discutibles, intentando silenciar las contrarias.

--------

Hoy, en "El Economista":

ARANDA CONTRA FRANCO

Uno de los hechos más interesantes de los años 40 fueron las continuas conspiraciones de diversos generales y políticos monárquicos contra Franco. Por alguna razón difícil de discernir, creían que la rápida restauración de una monarquía autoritaria –no democrática, en realidad no existía ningún grupo democrático algo solvente en España o en el exilio– iba a curar los males del país y garantizar su estabilidad.

El más activo entre los militares antifranquistas fue seguramente Aranda. El propio Gil-Robles lo miraba con recelo, percibiendo en él un ambicioso rival político. Según documentos del Foreign Office, Aranda y varios militares más habrían sido sobornados por los ingleses, a través de Juan March, para mantener la neutralidad de España (y de paso derrocar a Franco y traer la monarquía, sueño dorado del embajador inglés Hoare). A estos sobornos habría dedicado Londres grandes sumas (dos millones de dólares solo para Aranda), dato muy apreciable por cuanto Inglaterra estaba en práctica bancarrota.

No está del todo confirmado el asunto, pero en cualquier caso Aranda engañó tanto a los alemanes, que no le creían adverso, como a los ingleses, a quienes ofrecía informes fantásticos y proponía planes golpistas por el estilo. Podría creerse que, de todas formas, él y sus compañeros jugaron un papel importante para mantener al país fuera de la inmensa contienda, pero, como he expuesto en Años de hierro, el carácter irrealista –a veces hasta lo pintoresco– de sus proyectos reunía todas las condiciones para provocar, justamente, el efecto contrario: una invasión alemana o la ocupación inglesa de las Canarias. Realmente la neutralidad española tuvo algo de milagro.

Algunos historiadores otorgan a aquellas conspiraciones un carácter democrático y antibelicista, pero los hechos indican lo contrario: ni querían ser democráticas ni podían asegurar la neutralidad.

Lo más popular

  1. Alerta máxima en el Poder Judicial tras la amenaza de Pedro Sánchez: "Nos va a barrer"
  2. Sánchez inaugura su ofensiva contra los bulos lanzando otro más sobre Feijóo en TVE
  3. Vox se persona contra Begoña Gómez con nueva documentación y advierte de que llegará "hasta las últimas consecuencias"
  4. Hacienda debe investigar la millonaria acumulación de patrimonio del hermano de Sánchez al superar sus ingresos conocidos
  5. El miedo de Sánchez: la ley pide a Begoña Gómez identificar al cargo público con el que habría hecho tráfico de influencias

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario