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Walter Williams

Patrones de excelencia negra

En 1899, los estudiantes de Dunbar sacaban mejores notas en los exámenes locales que los de ninguna de las escuelas blancas del distrito. Los registros de asistencia de Dunbar eran en general mejores que los de aquellos de los centros blancos.

La mayoría conoce el trágico estado actual de la educación de la población negra. Sabemos que miles de millones de dólares son dedicados a programas públicos federales como No Child Left Behind y conocemos los miles de millones gastados por los gobiernos estatales y locales. Si usted pidiese a un "experto" en educación que explicase la tragedia, obtendría respuestas como discriminación racial e insuficiencia de fondos. Mi colega el Dr. Thomas Sowell ha escrito volúmenes sobre educación negra y un artículo que vale la pena leer. Es el que escribió hace algunos años en la revista The Public Interest (primavera 1976) y que se reproduce en su libro Educación: ideas preconcebidas contra la Historia.

El Instituto Paul Laurence Dunbar de Washington es una institución educativa negra sobre la que Sowell ha escrito. Entre 1870 y 1955, la mayor parte de los graduados de Dunbar fue a la universidad. Entre otros, sus estudiantes obtuvieron títulos en Harvard, Princeton, Williams y Wesleyan. En 1899, los estudiantes de Dunbar sacaban mejores notas en los exámenes locales que los de ninguna de las escuelas blancas del distrito. Los registros de asistencia de Dunbar eran en general mejores que los de aquellos de los centros blancos, y su índice de faltas de puntualidad inferior. A lo largo de todo ese periodo se impartió latín, y las primeras décadas también griego. Las clases enormes eran la norma, 40 alumnos por profesor. Pasaron más de 40 años antes de que Dunbar tuviera comedor, que por entonces era tan pequeño que muchos alumnos tenían que almorzar en la calle. Las pizarras eran viejas y tenían grietas. No fue hasta 1950 que la escuela tuvo un sistema de megafonía. La mayor parte de los padres de los estudiantes de Dunbar trabajaba en puestos sin o de baja cualificación. El porcentaje de padres con formación superior que trabajaban en oficinas era del 17%.

Sowell también escribe sobre el Instituto Frederick Douglass de Baltimore, cuya tragedia educativa fue el pasado junio el tema de un documental de la HBO, Tiempos difíciles en el Instituto Douglass, y de mi columna La mala educación negra. El Frederick Douglass fue fundado en 1883 como Escuela Profesional e Instituto para Personas de Color antes de que en 1892 fuera rebautizado. Sobrevivió décadas con apoyo insuficiente, ocupando una sucesión de edificios en estado de ruina que los blancos habían desechado, usando libros de texto utilizados años antes por estudiantes blancos, pupitres reparados procedentes de las escuelas blancas, equipamiento deportivo de segunda mano y demás. El estilo de enseñanza en Douglass se asemejaba al de los internados: debate en lugar de clases, listas de lectura en lugar de deberes diarios y exámenes en lugar de confiar en pruebas "objetivas." El interés de los profesores en los estudiantes se veía retribuido por los padres. Según antiguos alumnos, a ojos de sus padres "La escuela no podía hacer nada mal".

Douglass formó a alumnos distinguidos, como Thurgood Marshall y Cab Calloway, así como varios jueces, congresistas y líderes de los derechos civiles. El Instituto Douglass fue el segundo de la nación en número de doctorados entre sus antiguos alumnos. Los distinguidos alumnos del Instituto Dunbar incluyen al Senador Ed Brooke y al Doctor Charles Drew. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alumnos de Dunbar en el ejército copaban "casi la mitad de los grados de Mayor, nueve Coroneles y Lugartenientes Coronel y un Brigadier General."

Estos centros negros de éxito contradicen lo que los "expertos" afirman que es necesario para mejorar la educación de estas personas. Los profesores y los estudiantes de los institutos Dunbar y Douglass de hoy en día disponen de recursos que habrían sido la envidia de sus predecesores. El tamaño de las clases es hoy la cuarta parte del que fue anteayer ¿Qué hay del argumento de que los centros segregados, como el del caso Brown contra la Junta de educación, son inherentemente inadecuados? ¿O de que, como se argumentó en Serrano contra Priest, la equiparación del gasto por estudiante es esencial para una educación igualitaria? Estas observaciones que yo hago no son argumentos en favor de la segregación o de la financiación escolar dispar; simplemente cuestionan las premisas que se han convertido en Evangelio.

Antiguos profesores y alumnos entrevistados por Sowell afirman que los rasgos más característicos de su escuela eran la disciplina y el orden. Respeto fue el término más utilizado para describir las actitudes de estudiantes y padres hacia los centros. "El profesor siempre tiene razón" era una frase utilizada con frecuencia. Sin un entorno civilizado de aprendizaje, la excelencia académica es imposible, se gaste lo que se gaste.

A propósito, por respeto a estos dos grandes americanos, Frederick Douglass y Paul Laurence Dunbar, estos dos centros deberían rebautizarse respectivamente Instituto Jesse Jackson e Instituto Al Sharpton.

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