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Amando de Miguel

Frases y dichos

Son varios los libertarios que coinciden en un cuentecillo popular del que se deriva la frase "¿Qué tendrán que ver los cojones con el trigo?"

Pedro Liedo Galindo (Pachuca, México) me asegura que lo de comparar jocosamente el culo con las témporas no se da en América porque, por lo menos en México "la palabra culo es muy mal oída". En su lugar recurren a eufemismos: "asentaderas, pompis, nalgas, trasero, cola". La voz culo la reservan en México para el ano y "tiene una fuerte connotación sexual". Por lo que oigo también en España el culo puede tener esa connotación sexual, pero lo divertido es que a veces no la tiene en absoluto. Esa es la gracia de la polisemia. Por ejemplo, una madre puede llamar cariñosamente "culo de mal asiento" a su hijo que no para en casa, que está siempre de aquí para allá. Supongo que yo mismo puedo ser titulado de "culo de mal asiento" cuando me vengo a San Antonio de Texas a enseñar y a aprender.

Son muchas docenas los correos que me avisan de la inexactitud de la frase, por mí dicha, de que el gato escaldado del agua caliente huye". Tienen razón mis puntillosos libertarios. La frase correcta es "el gato escaldado del agua fría huye". Lo bueno es que todos los gatos suelen huir del agua, hayan sido antes escaldados o no. Pero la corrección está en su punto.

Luís Martín Jadraque quiere saber cómo se justifica la expresión "joder la marrana", para indicar que alguien resulta molesto. Se me ocurre que la frase, grosera donde las haya, procede de la experiencia campesina, donde los animales domésticos, las hembras, se resisten a ser cubiertas por los machos. De ahí procede la voz recelar, que es originariamente la acción de poner un caballo tras la yegua para excitarla a que admita el burro garañón, esto es, el que va a cubrirla. El recelo ha pasado a ser una actitud humanísima de desconfianza, una forma liviana de resentimiento. Supongo que lo de joder la marrana está en la misma línea.

Son varios los libertarios que coinciden en un cuentecillo popular del que se deriva la frase "¿Qué tendrán que ver los cojones con el trigo?". Por lo visto había un mulo (o un burro) que tiraba de un trillo. El animal, hambriento como estaba, daba de vez en cuando algunos tientos a la parva para alimentarse. En el trillo iba sentado un zagal de la familia. El padre voceó a su hijo echándole en cara la conducta del mulo (o del burro). El chico contestó que el animal estaba capado. A lo que el padre respondió con la pregunta antedicha.

Pilar Sánchez añade un par de expresiones compuestas con "pelo":

  • montar a pelo (= subirse a una caballería sin montura)
  • dar para el pelo (= castigar, dar su merecido)

He visto que, aquí en San Antonio de Texas, los hispanos llaman "secapelos" a lo que los españoles, de forma más remilgada, denominados "secador de pelo". Es curioso que en España el "pelo" (singular) se presta a algo noble, mientras que los "pelos" (plural) acarrean un deje despectivo. Contrástese el "no tener un pelo de tonto" (= listo) con el de "con estos pelos de loca" ("desaseada"). Claro que también está lo "de medio pelo" (= vulgar).

José Carlos Martínez Galán (Murcia) me corrige mi aseveración de que "con pelos y señales" equivale a "indicios". La equivalencia correcta, según don José Carlos, sería "con todo lujo de detalles". Es así y agradezco la corrección.

Juan I. Martín arguye que no se dice "hacer a pelo y a pluma" (= ser homosexual o bisexual) sino "escribir a pelo y a pluma" (= ser homosexual o bisexual). Nunca he oído esa segunda forma, pero la anoto. Por otro lado, lo de "hacer a pelo y a pluma" es frase hecha para indicar la indiferencia del cazador, a quien tanto le da cazar mamíferos como aves. La idea es, por alusión, la de la indiferencia respecto al sexo de la persona objeto de la atracción erótica. Es sabido que muchos homosexuales son realmente bisexuales. También se dice "ir a vela o a vapor" para indicar esa indiferencia. Se emplean metáforas cuando entramos en el recinto de las palabras prohibidas, en la intimidad más estricta.

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