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Amando de Miguel

Cuestiones personales

Había yo perdido de vista a un amigo de la infancia, de excelente recuerdo, Arturo O’Neill, catalán él y de lejana ascendencia irlandesa. Después de más de medio siglo sin saber el uno del otro, me envía don Arturo un emilio muy afectuoso.

Tomás Pedroso Herrera critica el uso que aquí hacemos de la etiqueta de libertarios. "Supongo que estáis de coña", dice don Tomás, alarmado con esa osadía. Un poco de coña sí que hay, aunque sería mejor decir eutrapelia. No vamos a ponernos tan serios como el orinal del Papa. Nos referimos a cuestiones de la lengua porque, a través de ellas, expresamos nuestro valor supremo, que es el de la libertad. Aunque lo de libertarios viene directamente de LD, que cada vez más se dice simplemente Libertad. De sobra sabemos que libertario es una voz con resonancias anarquistas, que pueden tener algo aprovechable, aunque solo sea por la tradición española. Históricamente el "socialismo libertario" se oponía al "socialismo comunista" al rechazar el agobiante intervencionismo del Estado. El anarquismo es solo una reliquia histórica. Por otra parte, en la tradición norteamericana los libertarios eran los conservadores de una pieza. Tampoco se puede echar en saco roto esa tradición intelectual. Como puede ver, don Tomás, lo de libertarios va de coña, pero menos.

José Ángel Iturriaga Urbistondo hace una crítica muy ponderada de Federico Jiménez Losantos (FJL), a quien "escucha" todos los días, bien directamente o a través del MP3. A las notas sobre FJL que hemos vertido en este rinconcillo, don José Ángel añade estas otras, dos positivas y dos negativas: (1) Sentido del humor, "capaz de reírse de sí mismo". (2) Sentido humano, que se revela, por ejemplo, al hablar de sus padres. (3) Desconocimiento de la música clásica y la ópera. (4) Desconocimiento de todo lo relacionado con el Derecho. Como resumen: "En fin, don Amando, coincidirá conmigo en que estamos ante un personaje verdaderamente ináudito". Los oyentes de la COPE ya saben la broma de ináudito. Por mi parte, no habría caído en que a Federico le resulta lejana la música clásica y el Derecho. Estoy seguro de que el de Teruel sabe de esos campos más de lo que cree don José Ángel. Pero, aunque así no fuera, la cultura de Federico supera con mucho lo que se estila en la clase periodística. Los que dirigen los programas informativos de la COPE ─y los que en ellos colaboran─ escriben libros de notorio éxito. Eso no ocurre con tanta intensidad en ninguna otra emisora de radio.

Víctor (que no es Víctor Pérez Velasco) considera tan estimulantes los comentarios políticos que se vierten en este rinconcillo de las palabras que ha decidido solicitar su ingreso en el PP. Sugiere que iniciemos una campaña de "Yo también" [ingreso en el PP]. Entiendo que lo de afiliarse a un partido es lo de menos. Lo de más es interesarse por la cosa pública. Aquí lo hacemos a través de esa maravilla que es el lenguaje. En el principio fue la palabra y lo será también al final.

Recibo tantas invectivas que, como compensación, bien estará mi deleite al leer párrafos tan cariñosos como el que me dedica Ángel Aponte (Jaén):

No fuimos pocos los que iniciamos el largo camino hacia el liberalismo, a inicios de los 80, a partir de la lectura de sus escritos, que nos planteaban una percepción de la historia y la realidad de España desde una perspectiva totalmente distinta a la que dominaba el discurso oficial del medio universitario de aquellos años, en el que ya se vivía en lo que ahora se llama políticamente correcto. En sus libros había claridad, independencia, conocimiento y sentido común, algo distinto a las jergas y "neoescolasticismos" progres de ese tiempo, y todo eso tenía ya un tono libertario. Muchos nos licenciamos en Letras, en los 80, sin que prácticamente nadie nos hablara de Ortega, del 98, de los regeneracionistas, y no digamos ya de los liberales en sentido estricto. Esto explica que usted tuviese, don Amando, una gran influencia para mucha gente de mi generación. Y la sigue teniendo, sin duda alguna. Además, me parece ejemplar su compromiso por la libertad y el bien de España. ¿Dónde podemos leer el manifiesto de Peñalba? Reciba usted un abrazo del que se considera su discípulo.

Don Ángel, tiene usted un café pagado en el bar más cercano al Ayuntamiento. El manifiesto lo puede consultar en: pp@ayto-colladovillalba.org

Milagros de la internet. Había yo perdido de vista a un amigo de la infancia, de excelente recuerdo, Arturo O’Neill, catalán él y de lejana ascendencia irlandesa. Después de más de medio siglo sin saber el uno del otro, me envía don Arturo un emilio muy afectuoso. Me recuerda, además, que, de chavales jugábamos a los nombres adecuados de las cosas. Así, en lugar de piscina tendríamos que decir solárium, o quizá también acuárium. Ahora caigo en la cuenta de que esos juegos fueron la semilla de este rincón de las palabras.

Aporta don Arturo ─bueno, Arturito─ algunos datos sobre curiosidades onomásticas. Así, conoce a un arquitecto apellidado De las Casas, su aparejador se llama Escayola; otro es Bodega. Claro que para nombre sonoro, Arturo O’Neill.

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