
Vivimos en un constante cambio de paradigma por las nuevas tecnologías y redes sociales, lo que a veces trae beneficios, pero en ocasiones, como en este caso, tiene consecuencias negativas. La seguridad vial se ha visto afectada por este fenómeno, especialmente desde la pandemia, cuando aumentaron los grupos de WhatsApp y Telegram. En estos grupos, los miembros se avisan mutuamente sobre la información de los controles de tráfico para evitarlos. Este comportamiento representa un problema grave, ya que no solo facilita que los conductores circulen bajo los efectos del alcohol y las drogas, sino que también apoya a delincuentes, como secuestradores, para eludir la justicia.
Los grupos nacieron en 2012 en aplicaciones como WhatsApp y Telegram, inicialmente con el propósito de informar sobre el estado de las carreteras. Sin embargo, se han convertido en una herramienta para evadir los controles de tráfico. Estos grupos, que permiten a los miembros compartir la ubicación de los controles de alcoholemia, han incrementado su uso especialmente durante la pandemia de 2020. Esto ha facilitado que los conductores, sobre todo los más jóvenes, entre 18 y 25 años, puedan esquivar con facilidad los controles, lo que ha contribuido al aumento de accidentes de tráfico.
Evitar controles, avisando de su ubicación, es el objetivo de algunos grupos creados en WhatsApp o Telegram. Para evitar esto, la #ATGC está realizando controles exprés, mientras se articulan cambios legislativos que castiguen esta práctica. #RevistaDGT 👉 https://t.co/rjAQX2DGnR pic.twitter.com/3MH8MTknKO
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) December 2, 2024
Los mensajes se difunden rápidamente a miles de personas, ya que estas aplicaciones permiten que los grupos tengan miles de miembros. Para combatir esta práctica, la Guardia Civil ha implementado medidas como los "controles exprés" de 15 minutos y los "controles dinámicos", donde se detiene a los conductores de manera aleatoria. Sin embargo, estas medidas no son suficientes mientras existan estos grupos de aviso. "En realidad, los guardias civiles hemos pasado de controlar a ser controlados y es la lucha que tenemos día a día", afirma para la DGT el teniente coronel Antonio Hidalgo Romero, máximo responsable de la ATGC en Galicia, donde han aumentado especialmente este tipo de prácticas.
Cada día, más de 500 conductores son detectados conduciendo bajo los efectos del alcohol y las drogas. En 2023, el 53% de los conductores que murieron en accidentes dieron positivo en alguna sustancia. La DGT está trabajando en una nueva ley para sancionar a quienes compartan esta información, priorizando la seguridad vial sobre la libertad de información.
El responsable de la Unidad de Normativa, Francisco de las Alas-Pumariño, califica estas actitudes de "conducta reprochable" porque "entorpecen la labor de la Guardia Civil y policías e impiden que se detenga a conductores que han tomado alcohol o drogas o van a una velocidad excesiva porque pueden provocar accidentes con víctimas en la carretera".
