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El obispo de Lérida afirma que le gusta correr y discrepa con la reducción de velocidad

Este obispo, más conocido por sus problemas con los bienes de la franja, confiesa haber sido multado por exceso de velocidad.

punt dijo el día 4 de Julio de 2011 a las 15:27:

Ayer hice un viaje por carretera en el que hubo las típicas situaciones de peligro que podrían haber causado accidentes:

- En una vía de servicio, un coche se incorporó sin ceder el paso, provocando el consabido frenazo.
- Otro salió de la autovía a un carril de deceleración, pero se dio cuenta de que no quería salir: se reincorporó a la autovía bruscamente, frenando y sin mirar. En la maniobre cruzó lo que ya era línea continua y obligó a otros vehículos a apartarse rápidamente.
- Otro, durante un tramo de obras estrecho y muy virado de más de un kilómetro, se colocó a la misma altura que un camión articulado restringiendo peligrosamente la libertad de movimientos del vehículo pesado, cuando lo más seguro habría sido acelerar un poco para rebasarlo por completo rápidamente.
- Otro más hacía lentas eses, "pisando" alternativamente el arcén y el carril izquierdo (esto era en carretera de doble sentido).
- Unos operarios estaban manipulando una señal de tráfico para lo cual habían colocado conos de señalización a lo largo de 100 o 200 metros de curva, que cerraban progresivamente el carril derecho de la autovía. No colocaron ninguna señal avisando específicamente de que se cerraba ese carril, de modo que te dabas cuenta de que se cerraba casi sin tiempo para incorporarte al carril izquierdo con seguridad.

...Pero nada peligroso debido a exceder la velocidad legal.

Por si fuera poco, esta mañana casi atropellan a un peatón (frenazo fuerte). Me parece que el peatón estaba cruzando indebidamente, ya que yo acababa de pasar por ahí apenas unos segundos antes y el semáforo de vehículos estaba en verde (el coche que frenó iba en sentido contrario, he visto la escena fugazmente por el retrovisor). Tampoco descarto que el conductor estuviese algo deslumbrado por el sol que llevaba de cara.

...Pero nada peligroso debido a exceder la velocidad legal.

En carretera me he encontrado de todo: adelantamientos en continua, vehículos que van casi parados (o lo que es peor, que corren mucho en las rectas y casi se paran al llegar a una curva), adelantamientos por la derecha en carretera, motos que no respetan la distancia lateral al rebasarte, animales sueltos, señalización sin apenas reflectante, señales contradictorias, peraltes invertidos, señalización luminosa tan intensa que deslumbra de noche, gente que circula con los antiniebla encendidos sin necesidad o con los faros regulados tan alto que deslumbran por el retrovisor, ciclistas que abandonan el arcén e invaden el carril por el que van los coches, cilistas que llevan a otro de "paquete", pero no detras sino sentado en el manillar (lo que hace la bici incontrolable), incluso conductores kamikazes...

...Pero casi nada peligroso debido a exceder la velocidad legal (*)

Habiendo visto todo esto, en poquísimas ocasiones me he sentido amenazado por vehículos que simplemente circulan rápido y, de hecho, si me han causado algún peligro en alguna ocasión no ha sido porque fuesen corriendo, sino por intentar echarme del carril pegándose mucho por detrás para avasallar y obligarme a hacerme a un lado, maniobra peligrosa que es, además, inútil ya que suelo ir por mi derecha, usando el carril izquierdo sólo para adelantar (es decir, que me avasallan cuando simplemente no puedo hacerme a un lado con seguridad).

Es decir: los accidentes no se producen casi nunca por exceso de velocidad, sino que siempre se deben a maniobras distraídas, agresivas, inadecuadas o en cualquier caso, ilegales más cualitativamente que cuantitativamente (**).


De hecho, el otro día mandé un comentario algo largo donde intentaba demostrar, con las cifras del anuario estadístico de la DGT en la mano, que Pere Navarro miente cuando afirma que la velocidad excesiva tiene que ver con el 40% de accidentes con muertos.

Basé esta afirmación en la sospecha fundada de que para ese 40% incluye a quienes "circulaban a velocidad legal pero inadecuada": según el anuario de 2009, en los accidentes con víctimas -mortales o no- los conductores implicados que iban por encima de la velocidad legal apenas constituyen un 1,69% del total, mientras que los que iban a velocidad legal pero inadecuada son 8 veces más. La verdad, se me antoja bastante difícil que un 1,69% de conductores esté implicado en el 40% de accidentes mortales en autopista y autovía (que es de lo que se trata, ya que la conferencia de prensa iba sobre la limitación a 120km/h):

_http://www.libertaddigital.com/sociedad/2011-06-30/operacion-salida-a-120-kmh-1276428256/1.html


[Chimpafi] Muy buena frase, me la apunto.

Un saludo.


(*) Sí recuerdo haber vivido hace unos cuantos años un caso bastante curioso, protagonizado por un coche tuneado que iba por una larga recta de la autovía, a toda velocidad y zigzagueando bruscamente entre los coches.

Acababa de ver por el retrovisor que ese coche se acercaba a toda máquina y circulaba por la derecha para dejarle paso pero, en un momento dado, vi que el coche en cuestión había derrapado y se había cruzado en la vía (por el retrovisor le veía de lado, no de frente) ¡y seguía acercándose a toda máquina, de lado!

Fue cuestión de décimas de segundo: la pericia o la suerte del conductor hicieron que recuperase el control del vehículo, enderezándolo y prosiguiendo su zigzagueante carrera entre el resto de vehículos. No descarto que se tratase de algún experto en acrobacias automovilísticas y que esa fuese una acrobacia ensayada.

Naturalmente, todos los coches que vimos aquello pasamos unos minutos circulando lento, lento, aún con el susto en el cuerpo.


(**) Lo de la ilegalidad cualitativa o cuantitativa es algo que hace tiempo que me ronda la cabeza:

Cuando se circula, se pueden hacer maniobras que están bien o mal, pero sin posibilidad de hacerla regular: o te saltas un semáforo en rojo o no te lo saltas, o cruzas la línea continua o no la cruzas, o maniobras mirando o sin mirar, o señalizas o no señalizas. En este tipo de maniobras, el peligro está en hacerlo mal, mientras que la seguridad está en hacerlo bien, sin alternativas intermedias más o menos seguras (como mucho, puedes hacerlo mal por los pelos, como al pasar justo mientras el semáforo se pone en rojo).

En cambio, hay factores de la conducción que naturaleza gradual, de modo que la gravedad proviene del aumento excesivo en esa gradación. Con estos factores el límite de la ilegalidad se establece, no mediante la comisión de un acto, sino mediante el rebasamiento de un umbral arbitrario que no marca ninguna diferencia real por sí mismo. Por ejemplo, la velocidad o la alcoholemia son de este tipo: no sucede que a 119 km/h vayas seguro y a 121 km/h seas un peligro público, ni sucede que con 0,24 gr/l de alcohol estés sobrio y con 0,26 estés borracho.

Así pues, tengo el convencimiento de que la normativa debería ser estricta con las infracciones cualitativas (como saltarse un semáforo en rojo) y más laxa con las cuantitativas (como el límite de velocidad), ya que las primeras llevan el peligro en su misma comisión mientras que las segundas dependen en gran medida del grado del exceso y de las circunstancias (personales, del vehículo, de la carretera, de las condiciones de circulación, etc).

O, dicho de otro modo, que la famosa "tolerancia cero" de la DGT (tan tolerante que mantiene en su puesto al infractor Pere Navarro) sólo demuestra intolerancia, no responsabilidad.

campoman dijo el día 4 de Julio de 2011 a las 10:56:

El obispo de Lérida, además, es amigo de lo ajeno ¿Para cuando la devolución de los bienes de la Franja a la diócesis de Huesca? "No robarás" (Exódo - Moisés)

Chimpafi dijo el día 3 de Julio de 2011 a las 17:54:

Yo tengo un amigo cura que dice que cuando coduce corre lo más que puede ya que "como el peligro está en la carretera, cuanto menos tiempo esté en ella, menos tiempo me expongo al peligro"....

malaspul dijo el día 3 de Julio de 2011 a las 17:22:

Es posible que tenga prisa por reunirse con el Creador. No le censuro por ello.

murgatro dijo el día 3 de Julio de 2011 a las 17:20:

Yo creía que poner en peligro la vida de uno y la de los demás iba contra el quinto mandamiento, así me lo enseñaron en el colegio ¿Qué tiene que decir a esto, señor Obispo?

Aparte de que lo malo no es que se mate usted por correr, sino que mate a alguien, como ha sucedido en un caso reciente protagonizado por un personaje famoso.

Así que, corra, corra, pero en el pasillo de su palacio episcopal, y luego no se olvide de confesarse...

Harley11 dijo el día 3 de Julio de 2011 a las 14:01:

Ole Joan!