
Lo que para algunos ha sido "cumplir el pensamiento intrusivo de todos los madrileños", para la gran mayoría ha supuesto una total imprudencia y encendido las alarmas en redes sociales. Un turista francés ha publicado en TikTok un vídeo en el que se le ve agarrado por fuera del último vagón del metro de Madrid mientras el tren avanza por el túnel entre estaciones. Las imágenes, grabadas en la Línea 1 a la altura de Tribunal, han sido muy comentadas y no precisamente para aplaudir la hazaña.
En el vídeo, el joven se graba esperando en el andén, auriculares puestos y móvil en mano. Cuando llega el convoy, se sube por la parte trasera del vagón, se agarra con una mano a la barra exterior y con la otra se graba a sí mismo mientras el tren arranca y se adentra en el túnel. El comentario que acompaña la publicación —"con música "— da a entender que la experiencia, para él, mejoró incluso por ir escuchando música.
A su salida de la estación de Tribunal, algunos pasajeros del andén le observan atónitos. Mientras tanto, él se graba con sonrisa de oreja a oreja, disfrutando del trayecto.
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A pesar de la aparente espectacularidad del vídeo, la mayoría de los comentarios en TikTok han sido críticos con la actitud del turista. "La multa va a ser legendaria", escribe un usuario. Otros ironizan sobre la nacionalidad del protagonista: "El guiri que vino a España a ‘estudiar’", o se muestran preocupados por las posibles consecuencias: "Luego pasan las cosas", "Ahora más gente lo va a intentar, no por favor, que ya cuando uno se desconecta de la vida en las vías tardan 4 horas o más para que vuelva la circulación". Tampoco han faltado las comparaciones con otras conductas temerarias: "El balconing se les ha quedado corto", escribía otra usuaria en el mismo perfil.
Hasta el momento, Metro de Madrid no ha reaccionado ni ha confirmado si se ha identificado al joven o si se le impondrá una sanción. Sin embargo, este tipo de comportamientos están expresamente prohibidos y pueden acarrear multas considerables, además del riesgo evidente para la seguridad propia y la del resto de usuarios que utilizan a diario el suburbano madrileño.
