El Gobierno de Guatemala ha dado a conocer un descubrimiento arqueológico de gran relevancia en el sitio maya de Tikal, ubicado en el departamento de Petén, al norte del país. Se trata de un altar decorado con motivos propios de Teotihuacán, una antigua ciudad mesoamericana situada en el actual territorio mexicano.
Dos culturas y el nexo de unión
El anuncio fue realizado por el doctor Édwin Ramírez, director del Proyecto Arqueológico del Sur de Tikal (PAST), quien destacó que este hallazgo representa una prueba clave de las relaciones entre las culturas maya y teotihuacana. El descubrimiento se produjo tras la exploración de una serie de túneles en la zona, revelando detalles que, hasta ahora, no se habían registrado en este importante enclave prehispánico.
"Confirma la interacción sociopolítica y cultural entre los mayas y Teotihuacán, representa la prueba más contundente de la interacción entre ambas culturas", señaló Ramírez durante una conferencia celebrada en el Palacio Nacional de la Cultura.
El objeto encontrado
El altar, según las investigaciones preliminares, presenta figuras humanas con tocados característicos de Teotihuacán, especialmente el diseño de borlas en la cabeza, un elemento distintivo de aquella ciudad mesoamericana. Este detalle fortalece la teoría de que los vínculos entre ambos pueblos no solo fueron comerciales o simbólicos, sino que alcanzaron un nivel político significativo dentro de la estructura de poder en Tikal.
Lorena Paiz Aragón, una de las investigadoras del proyecto, destacó que este tipo de evidencia es inédita en el sitio: "En eso radica su importancia, porque tiene la influencia de los altares centrales teotihuacanos. Tuvo que haber sido de una familia con fuertes nexos con Teotihuacán o que provenía de allá".
Resultados e historia
El descubrimiento no solo reafirma la importancia de Tikal como un centro político y ceremonial en la antigüedad, sino que también abre nuevas líneas de investigación sobre las redes de influencia y contacto que existieron entre civilizaciones separadas geográficamente pero unidas por la historia compartida del continente.