Enfermedades de la piel hay muchas, algunas más frecuentes que otras y el acné es una de las más frecuentes, pues se calcula que al menos un 85% de la población lo sufrirá en algún momento de su vida. Este proceso dermatológico relacionado con una alteración hormonal supone una sobreestimulación de las glándulas pilosebáceas, lo que aumenta la secreción de grasa y favorece la infección de estas por bacterias propias de la piel. Esto lo que conlleva es la aparición de comedones, ya sean espinillas o puntos negros, normalmente durante la pubertad, junto con el resto de cambios propios del desarrollo en niños y niñas. Pero el acné se relaciona con el rostro y, aunque la mayoría si lo presenta allí, en más de la mitad de los casos el acné también aparece en otras partes, como la espalda (60%) y, de forma menos habitual, en la zona pectoral (15%).
Pero, ¿Por qué pueden aparecer granos en la espalda? Pueden ser varias las causas que favorezcan su desarrollo, como el sudor tras realizar alguna actividad y que se queda acumulado bajo la ropa, lo que estimula la secreción de grasa, alteraciones hormonales o genética. Habitualmente el acné tiende a empezar en la pubertad y la mayoría de las personas lo experimenta durante este tiempo antes de que desaparezca solo en la adolescencia o al comienzo de los 20 años. Sin embargo, para algunas personas, puede persistir a finales de los 20 e incluso 30 años de edad. Su gravedad puede variar desde solo unos cuantos puntos hasta grupos más grandes de áreas afectadas. Al igual que en la espalda, el acné puede aparecer en la cara, cuello y pecho. Si no se le da tratamiento al acné, los puntos oscuros y las cicatrices permanentes pueden aparecer en la piel a medida que se va limpiando.
Tipos de acné en la espalda
El acné en la espalda suele desarrollarse solo a lo largo de los hombros y la parte superior de la espalda. Sin embargo, también pueden aparecer por toda la espalda y el torso hasta la cintura. Estos granos pueden ser dolorosos y pueden desarrollarse en grupos. Es posible que aparezcan una combinación de:
- Puntos negros.
- Quistes, que resultan de un tipo de acné llamado acné quístico. Los quistes forman protuberancias muy por debajo de la superficie de la piel.
- Nódulos, que resultan de un tipo severo de acné llamado acné nodular. Los nódulos de acné forman bultos duros debajo de la piel.
- Protuberancias rojas que no tienen "cabeza".
- Puntos blancos.
Causas de los granos en la espalda
- Producción excesiva de sebo: Las glándulas sebáceas producen un aceite natural llamado sebo, que hidrata la piel. Sin embargo, cuando estas glándulas producen demasiado sebo, los poros pueden obstruirse, creando un ambiente propicio para el desarrollo de granos.
- Acumulación de células muertas: La piel constantemente se renueva, y las células muertas deben ser eliminadas. Si estas células no se eliminan adecuadamente, pueden acumularse y obstruir los poros, contribuyendo a la formación de granos.
- Bacterias: La presencia de algunas bacterias está relacionada con el acné. Es el caso del Cutibacterium acnes o Propionibacterium acnes, pero el control de las mismas llevará a una mejora de este grupo de pacientes.
- Microbioma. Estudios recientes señalan que ciertos cambios en la fisiología cutánea y en el microbioma estarían implicados en el desarrollo de este proceso dermatológico.
- Fricción e irritación: El uso de ropa ajustada o mochilas que rocen contra la piel puede irritar los folículos pilosos y contribuir a la aparición de granos.
- Dieta. La influencia de la alimentación en la aparición del acné siempre ha sido un tema muy debatido, pero parece ser que son sobre todo los lácteos y los alimentos ricos en azúcar los vinculados con el desarrollo de granitos.
- Hormonas: Los cambios hormonales, especialmente durante la adolescencia, el ciclo menstrual o el embarazo, pueden aumentar la producción de sebo y desencadenar brotes de acné en la espalda.
- Genética: La predisposición genética también juega un papel importante en la tendencia a desarrollar acné, incluida la espalda. Al tratarse de un proceso tan común, los expertos reconocen que es difícil valorar hasta qué punto intervienen los genes, pero sí afirman que la herencia predispone a padecer formas graves de acné.
Cómo eliminar los granos en la espalda
- Higiene adecuada: Mantener la piel limpia es crucial, además usar un jabón antibacteriano o un limpiador con ácido salicílico puede ayudar a destapar los poros y reducir la inflamación. Además, la limpieza no debe hacerse de forma exagerada porque se puede generar el efecto contrario, es decir, agravar el acné. Para llevar a cabo la limpieza, se puede hacer uso de los muchos productos que se venden para este fin o, simplemente, con agua y un detergente sin jabón dos veces al día.
- Exfoliación regular: Exfoliar suavemente la piel de la espalda ayuda a eliminar las células muertas y prevenir la obstrucción de los poros. Sin embargo, es importante no exagerar, ya que la exfoliación excesiva puede irritar la piel.
- Evitar la manipulación de las lesiones.
- Ropa adecuada: Usar ropa holgada y de tejidos transpirables puede reducir la fricción y la acumulación de sudor, disminuyendo así la probabilidad de desarrollar granos.
- Tratamientos tópicos: Aplicar productos con peróxido de benzoilo o ácido salicílico puede ser eficaz. El motivo es que estos ingredientes combaten las bacterias y ayudan a secar los granos.
- Dieta equilibrada: Una dieta rica en frutas, verduras y agua, y baja en alimentos procesados y azúcares, puede mejorar la salud de la piel. Además, es importante preguntar al dermatólogo si seguir alguna dieta puede influir en el desarrollo del acné.
- Cosméticos. Pueden usarse, pero teniendo en cuenta que sean no comedogénicos, es decir, libres de grasa; y retirarlos de la piel adecuadamente.