¿Cómo saber si me tocó ventana o pasillo en un vuelo? Guía rápida

Para muchos pasajeros, volar no es solo un medio de transporte, sino una experiencia. Y dentro de esa experiencia, hay un pequeño detalle que puede marcar la diferencia: el asiento. En cada vuelo, hay un lugar silenciosamente anhelado por la mayoría de viajeros: la ventana.

Poder mirar las nubes, ver el paisaje durante el despegue o el aterrizaje, apoyarse cómodamente para dormir, o simplemente evitar interrupciones del pasillo: estas son solo algunas de las razones por las que el asiento de ventana se ha convertido en el favorito. Para quienes no sufren de vértigo, es casi un lujo gratuito… si tienes suerte.

¿Cómo saber si te tocó un asiento de ventana?

La clave está en la letra del asiento. En los aviones más comunes (configuración 3–3), esta es la distribución habitual:

A - Ventana (izquierda)

B - Medio

C - Pasillo

D - Pasillo

E - Medio

F - Ventana (derecha)

Así, si tu tarjeta de embarque dice A o F tienes una vista privilegiada. Si dice B o E, prepárate para negociar el apoyo de codos y si toca C o D podrás estirar las piernas.

En aviones más grandes, con configuración 3–4–3, la codiciada ventana suele corresponder a las letras A (izquierda) y K (derecha), mientras que las letras intermedias (como E o F) suelen indicar asientos centrales.

Elegir tu lugar: ¿gratuito o con coste?

Algunas aerolíneas permiten seleccionar asiento gratuitamente durante la reserva o el check-in. Otras lo ofrecen como un servicio adicional. También existen herramientas que te permiten ver el mapa del avión, con detalles sobre comodidad, cercanía a baños o salidas de emergencia.

Una posibilidad es realizar el check-in online tan pronto esté disponible. Cuanto antes entres al sistema, más opciones tendrás para elegir tu asiento ideal.

Si no seleccionaste asiento y te lo asignó la aerolínea, no todo está perdido. En el mostrador de facturación o en la puerta de embarque, puedes pedir un cambio.