L D (Europa Press) El 30 de septiembre de 1975, Andrea Ghira, Gianni Guido y Angelo Izzo condujeron por la fuerza a dos chicas hasta el domicilio del primero, en la provincia de Latina. Allí las golpearon y violaron hasta causar la muerte por asfixia de Rosaria López, de 19 años, mientras que su amiga, Donatella Colasanti, logró sobrevivir haciéndose pasar por muerta.
Ghira logró huir de Italia y acabó alistándose en la Legión española bajo el nombre de Massimo Testa. Ascendió hasta cabo primero, pero en septiembre de 1993 fue expulsado por consumir estupefacientes. Justo un año después, en septiembre de 1994, murió en la ciudad autónoma por sobredosis, según recogen hoy diferentes medios de comunicación italianos. En la tumba reza su identidad falsa: Massimo Testa (1953-1994). Había sido condenado en rebeldía a cadena perpetua y sobre él pesaba una orden de busca y captura internacional desde 1992.
Treinta años después del brutal crimen, el cadáver de Ghira ha sido localizado en el cementerio de la Purísima Concepción gracias a los testimonios de algunos de sus familiares, que apuntaron a Melilla. Así, Interpol Roma mandó a la delegación en Madrid del organismo policial internacional las huellas de Ghira. Una vez localizada la supuesta tumba del asesino, los agentes de la Policía Científica española compararon las huellas archivadas en España de Ghira con las enviadas desde Roma concluyendo que Massimo Tessta era, en realidad, el "Asesino del Circeo".
A la rapidez de la comprobación ha contribuido el interés personal mostrado por el director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, dentro de la política de máxima colaboración internacional que promueve, precisaron fuentes de la Dirección General. Ahora, los responsables italianos de la investigación pretenden exhumar el cadáver y trasladarlo a Italia para continuar con la investigación del caso, después de que la Fiscalía italiana ordenase una prueba de ADN.
