
L D (EFE) Francisco Camps respondió así a los periodistas al ser preguntado sobre si eran ciertas las declaraciones de Jordi Pujol en las que reveló las gestiones "discretas" y en muchas ocasiones "no públicas" que desde 1996 mantuvo el anterior gobierno de CiU con la Generalidad valenciana, que según el ex presidente catalán hicieron posible mantener la unidad de la lengua catalana y mejorar las relaciones entre ambas autonomías.
Pujol explicó este martes que gracias a estos contactos y a "algunos valencianos se debe la ratificación de la unidad lingüística, a través de la creación" de la Academia Valenciana de Lengua que, según indicó, fue "el resultado de estas negociaciones, no públicas, muy respetuosas los unos con los otros".
Camps defendió, en contra de esta explicación, que la AVL "es fruto del consenso entre los grupos políticos de la Comunidad Valenciana que atendió a una propuesta del Consejo Valenciano de Cultura que recibió una petición del entonces presidente de la Generalidad, Eduardo Zaplana". El actual jefe del Consejo advirtió de que no piensa "permitir que nadie vuelva a generar un debate completamente cerrado", en referencia a la discusión reabierta sobre si el valenciano y el catalán son o no distintos, que comenzó tras la decisión del Gobierno español de presentar una traducción de la Constitución Europea en ambas lenguas.
En este sentido, aseguró que la decisión del Gobierno español, a pesar de las presiones sufridas por la Generalidad catalana, fue para él "motivo de alegría y si es motivo de tristeza o enfado para otros, allá ellos". El debate de la lengua, insistió, "está cerrado porque lo cierra el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, que dice que el Gobierno de la Generalitat tiene competencias en el idioma y que la lengua que se habla aquí es el valenciano". Esta lengua, indicó, "es un elemento que define al pueblo valenciano y jugar con estas cosas significaría poner en duda nuestra personalidad como pueblo y no lo voy a consentir".
