L D (EFE)
Cruz, exiliado desde hace cuatro años en Miami, tras su participación en el film "Guantanamera", de Tomás Gutiérrez Alea, manifestó, en la capital grancanaria, que en la década de los noventa se empezó a hacer un cine diferente, que eligió "un camino arriesgado desde el punto de vista estético y político".
Este cine en el que comenzaron a hacer incursión directores como Daniel Díaz Torres, Fernando Pérez, Rolando Díaz o Juan Carlos Tavío, se interrumpió por la censura, indicó Cruz.
Explicó que la corriente aperturista de los años noventa fue posible porque el Instituto Cubano de Cine se organizó en grupos de creación dirigidos por cineastas, y "las cosas se medían desde lo artístico y lo estético, no había censura desde el punto de vista político porque era un diálogo entre artistas". A raíz de determinadas experiencias como "Guantanamera" se produjeron cambios en la directiva y se decidió "poner coto a esto".
Carlos Cruz señaló que el exilio en el que vive desde hace cuatro años lo sufren igualmente los actores, realizadores y guionistas que surgieron en esa época en la isla caribeña, donde llegaron a creer equivocadamente que "se podían decir algunas verdades".
Consideró que las historias que se cuentan ahora, salvo algunas coproducciones, "son más bien prestaciones de servicio, que cuentan historias que no tienen que ver con nada", aseguró Cruz, quien lamentó la pérdida de material humano que esta situación ha generado.
Este cine en el que comenzaron a hacer incursión directores como Daniel Díaz Torres, Fernando Pérez, Rolando Díaz o Juan Carlos Tavío, se interrumpió por la censura, indicó Cruz.
Explicó que la corriente aperturista de los años noventa fue posible porque el Instituto Cubano de Cine se organizó en grupos de creación dirigidos por cineastas, y "las cosas se medían desde lo artístico y lo estético, no había censura desde el punto de vista político porque era un diálogo entre artistas". A raíz de determinadas experiencias como "Guantanamera" se produjeron cambios en la directiva y se decidió "poner coto a esto".
Carlos Cruz señaló que el exilio en el que vive desde hace cuatro años lo sufren igualmente los actores, realizadores y guionistas que surgieron en esa época en la isla caribeña, donde llegaron a creer equivocadamente que "se podían decir algunas verdades".
Consideró que las historias que se cuentan ahora, salvo algunas coproducciones, "son más bien prestaciones de servicio, que cuentan historias que no tienen que ver con nada", aseguró Cruz, quien lamentó la pérdida de material humano que esta situación ha generado.
