L D (EFE) Corral dijo a Efe que la revista no le comunicó que iba a ser incluido en el grupo de 29 personas a las que la publicación se refiere como hombres y mujeres que no están satisfechos con limitarse a vivir en el mundo, pero sí están decididos a cambiarlo.Para la revista TIME Ervigio Corral es una de esas personas, un héroe "entrenado para el terror" -como figura en el titular que precede a su historia- que en los atentados del 11 de marzo encabezó las tareas de rescate que permitieron salvar cientos de vidas.
El periodista de TIME que le entrevistó en Madrid hace unas semanas no le dijo que su historia iba a acompañar a la de las cooperantes italianas Simona Torretta y Simona Pari o a la de conocidas personalidades como Jane Goodall, Carlo Petrini, Emma Thompson o Mstislav Rostropovich. Tampoco él se esperaba nada, creyó, como hoy recordaba desde su domicilio de Madrid, que era una entrevista más, como otras que ya le habían hecho medios españoles y extranjeros, como la revista People.
Fue el lunes cuando se enteró de la noticia -se lo contó su jefe, el concejal madrileño de Seguridad, Pedro Calvo- y hasta hoy no ha podido comprobar como su historia, que es la historia -dice- de todos sus compañeros del Samur, aparecía impresa en la prestigiosa publicación. Para Ervigio Corral este reportaje supone un reconocimiento colectivo a todo el servicio municipal de emergencias, en el que trabajan 500 profesionales y 1.100 voluntarios.
El sólo se considera uno más, un médico que tiene a sus espaldas muchos años de trabajo eficaz en los servicios de emergencia, que empezaron en 1991 en Ciudad Real, nada más terminar la carrera. Como jefe del servicio madrileño lleva once meses, y como jefe del mismo tuvo que enfrentarse aquel 11 de marzo al silencio "sepulcral" y al horror con que se encontraron en los andenes cuando llegaron a la escena de los atentados.
Corral afirma que en esos momentos "uno sabe lo que tiene que hacer" porque está entrenado para ello, pero reconoce que, como médico, le costó no poder atender a los heridos y tener que dedicarse a organizar a su personal. Lo peor vino después, en IFEMA, con los familiares que buscaban y a los que había que dar malas noticias. En esa noche tuvieron que comunicar a una familia cada diez minutos que no siguieran buscando.
El periodista de TIME que le entrevistó en Madrid hace unas semanas no le dijo que su historia iba a acompañar a la de las cooperantes italianas Simona Torretta y Simona Pari o a la de conocidas personalidades como Jane Goodall, Carlo Petrini, Emma Thompson o Mstislav Rostropovich. Tampoco él se esperaba nada, creyó, como hoy recordaba desde su domicilio de Madrid, que era una entrevista más, como otras que ya le habían hecho medios españoles y extranjeros, como la revista People.
Fue el lunes cuando se enteró de la noticia -se lo contó su jefe, el concejal madrileño de Seguridad, Pedro Calvo- y hasta hoy no ha podido comprobar como su historia, que es la historia -dice- de todos sus compañeros del Samur, aparecía impresa en la prestigiosa publicación. Para Ervigio Corral este reportaje supone un reconocimiento colectivo a todo el servicio municipal de emergencias, en el que trabajan 500 profesionales y 1.100 voluntarios.
El sólo se considera uno más, un médico que tiene a sus espaldas muchos años de trabajo eficaz en los servicios de emergencia, que empezaron en 1991 en Ciudad Real, nada más terminar la carrera. Como jefe del servicio madrileño lleva once meses, y como jefe del mismo tuvo que enfrentarse aquel 11 de marzo al silencio "sepulcral" y al horror con que se encontraron en los andenes cuando llegaron a la escena de los atentados.
Corral afirma que en esos momentos "uno sabe lo que tiene que hacer" porque está entrenado para ello, pero reconoce que, como médico, le costó no poder atender a los heridos y tener que dedicarse a organizar a su personal. Lo peor vino después, en IFEMA, con los familiares que buscaban y a los que había que dar malas noticias. En esa noche tuvieron que comunicar a una familia cada diez minutos que no siguieran buscando.