
L D (EFE) Tras la muerte, el pasado jueves, de trece inmigrantes a bordo de una patera frente a las costas de Fuerteventura, el presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, ha salido en defensa del presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera. Si Cabrera apuntaba el pasado sábado a Marruecos como responsable de la tragedia y de la avalancha de embarcaciones, el presidente canario ha apuntalado su afirmaciones al sentenciar que desde “ Marruecos se puede hacer más".
El máximo mandatario de las islas justificó la reacción del presidente majorero como un “chillido de queja” propio de la tensión que produce el goteo incesante de muertos frente a sus playas. Adán Martín también comparte la opinión de Paulino Rivero, presidente de Coalición Canaria, y aclaró que es la opinión de toda la formación. Según afirmó Rivero, Marruecos “mira para otro lado”.
El presidente canario ha aprovechado la oportunidad para mandar un aviso al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al que ha pedido más medios humanos y materiales para resolver el problema de la inmigración.
Rumí con Marruecos
El posicionamiento unánime de varias instituciones Canarias frente al problema de las pateras choca frontalmente con la postura de los responsables del gobierno central en esta materia. El pasado sábado, la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, prefería alinearse del lado de Rabat y alababa los esfuerzos del gobierno marroquí para frenar la avalancha de embarcaciones, obviando las quejas del Cabildo de Fuerteventura, del propio gobierno canario y de UGT de las islas.
A pesar de los supuestos esfuerzos de Marruecos, son ya 148 las personas muertas en aguas canarias en lo que va de año, 28 más que en 2003.
