L D (EFE)
Falun Gong significa literalmente escuela de la rueda de la vida. Sus principios religiosos son una amalgama de doctrinas budistas y taoístas sumadas a un gran número de creencias sobrenaturales. Fue creado en 1992 por Li Hongzhi, antiguo funcionario del Gobierno chino, que se exilió a Estados Unidos desde donde difunde su mensaje a través de Internet. El líder del movimiento es el autor de "Falun Gong" y de "Zhuan Falun", verdaderas guías espirituales de sus seguidores. Sus prácticas tienen como objetivo mejorar la salud física y espiritual mediante ejercicios respiratorios, meditación y artes marciales.
Sus portavoces afirman que no son una organización porque carecen de una estructura definida, no tienen reconocimiento legal y tampoco fuentes de financiación. Aseguran que la práctica es gratuita y que no se financia con el dinero de sus miembros. Argumentan que tampoco son una religión porque no disponen de lugares sagrados ni de una jerarquía oficial de líderes místicos. También rechazan la definición de secta y prefieren identificarse como una corriente espiritual o una disciplina.
Actualmente la organización sitúa en 100 millones el número de practicantes en todo el mundo, 70 de ellos en China, aunque el Gobierno reduce la cifra a 2 millones. Se comunican a través de Internet y cuentan con 39 centros de formación, más de 1.900 escuelas y 28.000 puntos de práctica en China. Está presente en 40 países y tiene contactos en 58 ciudades de Estados Unidos.
Los Amigos de Falum Dafa
Entre sus objetivos prioritarios figura la creación de una organización con fines no lucrativos, los Amigos de Falun Dafa. El símbolo del Falun Gong se compone de un círculo con una esvástica en el centro, rodeada de cuatro esvásticas pequeñas y cuatro Ying-Yang, cuyo conjunto representa el universo.
En julio de 1999 la Asamblea Nacional Popular declaró ilegal a Falun Gong y prohibió todas sus actividades por considerar que era una mayor amenaza para la seguridad del Estado. Además, el Gobierno de Pekín emprendió una campaña para desacreditar las doctrinas del grupo religioso. Le acusa de fomentar la superstición y le responsabiliza de la muerte de enfermos que rehusaron los métodos de la medicina convencional.
Desde su ilegalización más de 50.000 seguidores de esta práctica han sido detenidos, torturados, enviados a campos de trabajo, confinados en psiquiátricos o muertos en extrañas circunstancias cuando se encontraban bajo custodia policial.
Sus portavoces afirman que no son una organización porque carecen de una estructura definida, no tienen reconocimiento legal y tampoco fuentes de financiación. Aseguran que la práctica es gratuita y que no se financia con el dinero de sus miembros. Argumentan que tampoco son una religión porque no disponen de lugares sagrados ni de una jerarquía oficial de líderes místicos. También rechazan la definición de secta y prefieren identificarse como una corriente espiritual o una disciplina.
Actualmente la organización sitúa en 100 millones el número de practicantes en todo el mundo, 70 de ellos en China, aunque el Gobierno reduce la cifra a 2 millones. Se comunican a través de Internet y cuentan con 39 centros de formación, más de 1.900 escuelas y 28.000 puntos de práctica en China. Está presente en 40 países y tiene contactos en 58 ciudades de Estados Unidos.
Los Amigos de Falum Dafa
Entre sus objetivos prioritarios figura la creación de una organización con fines no lucrativos, los Amigos de Falun Dafa. El símbolo del Falun Gong se compone de un círculo con una esvástica en el centro, rodeada de cuatro esvásticas pequeñas y cuatro Ying-Yang, cuyo conjunto representa el universo.
En julio de 1999 la Asamblea Nacional Popular declaró ilegal a Falun Gong y prohibió todas sus actividades por considerar que era una mayor amenaza para la seguridad del Estado. Además, el Gobierno de Pekín emprendió una campaña para desacreditar las doctrinas del grupo religioso. Le acusa de fomentar la superstición y le responsabiliza de la muerte de enfermos que rehusaron los métodos de la medicina convencional.
Desde su ilegalización más de 50.000 seguidores de esta práctica han sido detenidos, torturados, enviados a campos de trabajo, confinados en psiquiátricos o muertos en extrañas circunstancias cuando se encontraban bajo custodia policial.
