
LD (EFE) En una conferencia de prensa tras reunirse en Naypidaw, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció que el jefe de la dictadura militar, el general Than Shwe, aceptó permitir la entrada al país de todos los cooperantes extranjeros. La autorización supone un avance en la distribución de ayuda humanitaria a los cerca de 2,5 millones de personas damnificadas por el ciclón "Nargis", que arrasó el sur del país entre el 2 y 3 de mayo.
Hasta ahora, las autoridades birmanas rechazaban la presencia de cooperantes extranjeros en el país, particularmente los de las agencias de la ONU, la Unión Europea y otros países como EEUU, Australia y Canadá, mientras que permitían la entrada de misiones de Gobiernos más afines, como el chino y el tailandés.
La reunión entre el "número uno" de la dictadura birmana y el secretario general de las Naciones Unidas tuvo lugar en la capital Naypidaw. El general Than Shwe, de quien Ban dijo hace dos semanas que no contestaba a sus llamadas telefónicas, aparecía impasible, con gafas de montura dorada y la pechera repleta de condecoraciones militares.
