
L D (Agencias) Sara explicó a Efe que sobre las 12 horas del sábado acudió al bar tras recibir una llamada en la que le comunicaban que el número al que jugaban había resultado agraciado con el gordo.
Una vez en el recinto, Sara se unió a la fiesta, en la que el champán corría por todas partes, y había mucha gente detrás de la barra. "Era como una barra libre en la que todo el mundo se servía sus copas", dijo.
Sobre las 12,45 la empleada decidió ir a buscar su décimo, que se encontraba en un bote detrás de la barra. Sin embargo, y para su desgracia, el bote ya no estaba en el mismo sitio que de costumbre y cuando lo abrió, comprobó con desazón que el décimo ya no estaba en su interior.
Sara indicó que esperó hasta el lunes, día de Nochebuena, para presentar la denuncia, "por si lo había guardado en otro lado". Sin embargo, no ha sido así, y ahora se lamenta de que no puede "desconfiar" de nadie debido a la cantidad de gente que había en el bar.
Una vez en el recinto, Sara se unió a la fiesta, en la que el champán corría por todas partes, y había mucha gente detrás de la barra. "Era como una barra libre en la que todo el mundo se servía sus copas", dijo.
Sobre las 12,45 la empleada decidió ir a buscar su décimo, que se encontraba en un bote detrás de la barra. Sin embargo, y para su desgracia, el bote ya no estaba en el mismo sitio que de costumbre y cuando lo abrió, comprobó con desazón que el décimo ya no estaba en su interior.
Sara indicó que esperó hasta el lunes, día de Nochebuena, para presentar la denuncia, "por si lo había guardado en otro lado". Sin embargo, no ha sido así, y ahora se lamenta de que no puede "desconfiar" de nadie debido a la cantidad de gente que había en el bar.

