El presunto violador estaba de permiso cuando agredió a su víctima. "Durante ese permiso consumí mucho éxtasis y cocaína. Recuerdo que fui a una entrevista de trabajo y pase una noche en un centro de acogida, pero no me acuerdo de nada más. Me enteré de lo de violación por la prensa", ha explicado Jiménez. La fiscalía pide para Jiménez quince años de cárcel, y la acusación, diecisiete.
Mató a dos policías un año más tarde
Tras atacar a la chica, el acusado regreso a prisión el 29 de marzo, y el caso quedó archivado por falta de autor conocido, ya que la víctima no logró reconocer entre los archivos policiales a Jiménez, a quien no se le relacionó con la agresión y, por tanto, pudo obtener más permisos penitenciarios. Mientras disfrutaba de uno de esos permisos, el 5 de octubre de 2004, Pedro Jiménez presuntamente mató y torturó a dos policías en prácticas de L'Hospitalet.
Cuando fue detenido por la policía unas horas después, su rostro salió en todas las televisiones y portadas de los diarios, y Marta S.A. lo identificó inmediatamente como su agresor, por lo que el caso volvió a reabrirse y ha llegado este jueves a la Audiencia. Le incrimina además una colilla con restos de saliva encontrada por la Policía en casa de la joven. El juicio no continuará hasta el 17 de octubre, cuando confirme que esa saliva es de Jiménez un perito que se encuentra de vacaciones.
Delitos en cada permiso carcelario
El presunto autor del doble asesinato entró por primera vez en prisión en 1985, acusado de dos delitos de abusos deshonestos y una violación en grado de tentativa. Durante el cumplimiento de esta primera pena, Jiménez violó a una niña de 14 años durante un permiso penitenciario y volvió a ser condenado a 15 años de cárcel.
En 1992, durante otra de esas salidas, cometió cuatro robos con intimidación, uno de ellos con violación, por lo que la Audiencia de Barcelona lo condenó a 52 años más de prisión.
Pese a sus numerosos antecedentes, el sistema penitenciario le ha seguido concediendo permisos, hasta el último del pasado mes de octubre, que Pedro Jiménez aprovechó para cometer el doble asesinato de las policías de L'Hospitalet.
Este último suceso abrió un intenso debate sobre las posibilidades de reinserción de los presos que cumplen condena por delitos sexuales y el sistema de concesión de permisos penitenciarios.
