L D (EFE) Accoyer, jefe del grupo parlamentario de la UMP en la cámara de los diputados, dijo en la emisora "RTL" que la poligamia, además de ser una "negación" de los derechos de la mujer y de impedir una "educación necesaria en una sociedad organizada", plantea problemas de vivienda. "Varias decenas de personas no pueden vivir en un mismo apartamento", sentenció.
Accoyer respaldó la afirmación del ministro delegado de Empleo, Gérard Larcher, a medios británicos de que la poligamia es una de las causas de la ola de disturbios que se declaró el pasado día 27 en barrios periféricos, que son focos de paro, pobreza y delincuencia y con mucha población procedente de la inmigración.
Accoyer respaldó la afirmación del ministro delegado de Empleo, Gérard Larcher, a medios británicos de que la poligamia es una de las causas de la ola de disturbios que se declaró el pasado día 27 en barrios periféricos, que son focos de paro, pobreza y delincuencia y con mucha población procedente de la inmigración.
La poligamia está oficialmente prohibida en Francia. Pero se calcula que hay unas 20.000 familias polígamas en el país, procedentes principalmente de Africa del Norte y subsahariana. Accoyer, que denunció el "laxismo" de los poderes públicos ante ese fenómeno, denunció que entre 1981 y 1992, bajo la presidencia del socialista Francois Mitterrand, "un gran número de familias polígamas" llegaron a Francia. A partir de 1993, Francia concedió visados a una sola esposa por inmigrante, por lo que muchas mujeres tuvieron que entrar en el país de forma clandestina.
Accoyer aprovechó para denunciar "las derivas que, especialmente entre 1997 y 2002", durante el entonces Gobierno de izquierdas de Lionel Jospin, se han observado en la reunificación familiar, que permite a un extranjero en situación regular hacer venir a Francia a su cónyuge y sus hijos menores. Bajo el Ejecutivo del socialista Jospin "se duplicaron las cifras" de casos de reunificación familiar, al pasar de unos 17.000 a más de 30.000 al año, dijo Accoyer. E insistió en la necesidad de hacer "algo más" para restringir la reunificación familiar en el marco de la lucha por el control de la inmigración.
Por su parte, el responsable de Empleo del Gobierno conservador de Dominique de Villepin indicó que las familias polígamas llevan a veces a un "comportamiento antisocial" de los jóvenes, que carecen de modelo paterno, lo que disuade a las empresas a la hora de reclutar a miembros de esas minorías étnicas.
El presidente francés, Jacques Chirac, que ha llamado a una movilización general contra las discriminaciones, ha pedido a la vez el castigo para los padres irresponsables. "La autoridad parental es capital. Las familias deben asumir toda su responsabilidad. Las que se niegan deben ser sancionadas, como lo prevé la ley", aseguró el lunes en su primera intervención televisada sobre los disturbios, que son el signo de un "profundo malestar" y una "crisis de referentes e identidad" de la sociedad.
Los políticos de derechas piden más presión sobre las familias de jóvenes delincuentes. En el centro del debate está la suspensión de ayudas estatales concedidas a todas las familias en función del número de hijos.
Accoyer aprovechó para denunciar "las derivas que, especialmente entre 1997 y 2002", durante el entonces Gobierno de izquierdas de Lionel Jospin, se han observado en la reunificación familiar, que permite a un extranjero en situación regular hacer venir a Francia a su cónyuge y sus hijos menores. Bajo el Ejecutivo del socialista Jospin "se duplicaron las cifras" de casos de reunificación familiar, al pasar de unos 17.000 a más de 30.000 al año, dijo Accoyer. E insistió en la necesidad de hacer "algo más" para restringir la reunificación familiar en el marco de la lucha por el control de la inmigración.
Por su parte, el responsable de Empleo del Gobierno conservador de Dominique de Villepin indicó que las familias polígamas llevan a veces a un "comportamiento antisocial" de los jóvenes, que carecen de modelo paterno, lo que disuade a las empresas a la hora de reclutar a miembros de esas minorías étnicas.
El presidente francés, Jacques Chirac, que ha llamado a una movilización general contra las discriminaciones, ha pedido a la vez el castigo para los padres irresponsables. "La autoridad parental es capital. Las familias deben asumir toda su responsabilidad. Las que se niegan deben ser sancionadas, como lo prevé la ley", aseguró el lunes en su primera intervención televisada sobre los disturbios, que son el signo de un "profundo malestar" y una "crisis de referentes e identidad" de la sociedad.
Los políticos de derechas piden más presión sobre las familias de jóvenes delincuentes. En el centro del debate está la suspensión de ayudas estatales concedidas a todas las familias en función del número de hijos.