L D (EFE)
El joven empresario ingresó el pasado día 1 en la prisión madrileña de Soto del Real tras admitir que estranguló a la joven prostituta E.N, de 22 años y natural de Sierra Leona, y que descuartizó su cuerpo en la bañera de su vivienda, aunque aseguró que no sabía por qué la mató. En su declaración, José Luis explicó que siempre que bebe alcohol necesita mantener relaciones sexuales con prostitutas, y, aquel día, en la madrugada del 24 al 25 de agosto, tras tomar unas copas con unos amigos, se dirigió como en otras ocasiones al parque del Oeste, zona frecuentada por mujeres que ejercen la prostitución y por donde siempre pasaba para ir a su casa en Boadilla del Monte.
Allí contrató los servicios de una de estas mujeres, muchas de las cuales ya le conocían como cliente habitual y por ello no dudaban en acompañarle a su casa, y una vez en su domicilio, según confesó, le entró un "lapsus mental" y no sabe por qué empezó a estrangular a su víctima. Después de estrangularla, arrastró el cuerpo de la joven hasta la bañera, lo descuartizó y dejó que se desangrara.
Posteriormente, José Luis introdujo los restos del cuerpo en nueve bolsas de basura y las dejó en tres contenedores diferentes próximos a su domicilio, en la avenida del Generalísimo de Boadilla, donde un antiguo empleado municipal de la localidad encontró al día siguiente la cabeza de la joven introducida en una bolsa de basura. El detenido fue arrestado después de que las compañeras de la víctima facilitaran a la Guardia Civil el número de matrícula del vehículo del cliente que la había contratado.
Allí contrató los servicios de una de estas mujeres, muchas de las cuales ya le conocían como cliente habitual y por ello no dudaban en acompañarle a su casa, y una vez en su domicilio, según confesó, le entró un "lapsus mental" y no sabe por qué empezó a estrangular a su víctima. Después de estrangularla, arrastró el cuerpo de la joven hasta la bañera, lo descuartizó y dejó que se desangrara.
Posteriormente, José Luis introdujo los restos del cuerpo en nueve bolsas de basura y las dejó en tres contenedores diferentes próximos a su domicilio, en la avenida del Generalísimo de Boadilla, donde un antiguo empleado municipal de la localidad encontró al día siguiente la cabeza de la joven introducida en una bolsa de basura. El detenido fue arrestado después de que las compañeras de la víctima facilitaran a la Guardia Civil el número de matrícula del vehículo del cliente que la había contratado.