
Un okupa detenido por resistencia a la autoridad y un trabajador de la empresa AMA Desokupa herido, ese es el resultado del altercado que se ha registrado el lunes por la tarde en un edificio del centro de Granada. Según el testimonio de varias personas que presenciaron los hechos, o parte de ellos, se vivieron horas muy tensas en el barrio en el que se encuentra la propiedad, antigua sede de la Consejería de Presidencia e Igualdad de la Junta de Andalucía, tomada recientemente por supuestos "activistas" (como se autodenominan ellos).
El inmueble, ubicado en la calle Azacayas, paralela a la Gran Vía de Colón granadina, fue okupado hace unos días -es complicado saber cuántos, ya que no hay unanimidad entre las partes en cuanto al momento en el que se produjo la entrada- por un nutrido grupo de jóvenes que pretendían convertir el edificio en un "centro social" para el barrio, en el que pudieran organizar talleres y otras actividades de índole fundamentalmente cultural. Eso es lo que dicen ellos, que tachan el intento de desalojo de "ilegal". Pero no ven nada malo en meterse en una propiedad que no es suya y quedarse en ella.
Este martes, una portavoz del grupo -que ayer protagonizó un violento episodio en el que tuvo que intervenir la policía- ha explicado en el programa ‘Vamos a ver’ de Telecinco que llegaron hace casi dos meses pero que no se enteraron hasta ayer de que el edificio es propiedad de un particular en la actualidad. "Es de una familia y eso nos ha cambiado la perspectiva", ha dicho Mariona. Buscaban un edificio público, ha argumentado. "Así hubiera sido fácil resistir", ha llegado a decir. Pero ir "contra una familia, no está en nuestra ética", ha concluido. El objetivo de la entrevista era -ha admitido- acercar a la opinión pública la forma de entender las cosas que tiene el movimiento okupa.
No obstante, el arrepentimiento por los hechos registrados en la propiedad okupada es nulo. Mariona ha reconocido que ya tienen sus ojos puestos en otro inmueble para "trasladar el centro social", confirmando lo que el grupo ya había anunciado en redes a bombo y platillo: que han llegado a un acuerdo con la propiedad y que se van a marchar. Esa es la "firme intención" de los que dirigen a los que están dentro, por lo que ha explicado la mujer. Lo curioso es que antes de llegar a ese punto, los okupas lanzaron todo tipo de cosas por los balcones, intentando alcanzar a los trabajadores de la empresa de desokupación que se encontraban en la puerta de acceso al edificio.
"Como gente del movimiento okupa, igual no ves la ciudad con los mismos ojos", ha dicho Mariona durante su intervención televisiva. Claro está que así es en asuntos como el de la usurpación de la propiedad, reaccionar de forma agresiva ante las personas que intentan recuperar sus inmuebles o la resistencia a la autoridad cuando esta interviene para intentar garantizar la seguridad de todas las partes. La cara que ha mostrado esta portavoz en la mañana de este martes ha sido muy distinta a la que nos dejaron ver las decenas de personas que se acercaron ayer a apoyar a los okupas de Azacayas, después de que hicieran circular un llamamiento a través de distintas plataformas afines.
Cronología de los hechos
AMA Desokupa asegura que recibió el aviso de la propietaria del inmueble el pasado jueves y que -según les comunicó- se había enterado el día antes de que el edificio había sido okupado. A partir de ese momento, se pusieron a trabajar. Durante varios días, estudiaron los movimientos de los usurpadores. Entre 40 y 50 personas con 8 o 9 perros, según sus últimos cálculos. Y el lunes, a primera hora, se presentaron en el domicilio para intentar hablar con ellos.
Eran las 08.30 horas cuando tocaron la puerta. Y, según ha relatado Ángela Jiménez de AMA Desokupa para Libertad Digital, empezaron a escuchar "cómo apilaban muebles detrás". "A los dos minutos, vimos cómo empezaban a salir manos con móviles por la ventana", añade. En su mayoría, con la cara tapada. Pasó un rato hasta que alguien bajó a hablar con ellos a través de unas rejas. "Ahí comenzó la primera mediación", señala.
"Básicamente se puso en conocimiento de ellos que la propiedad era privada y que queríamos llegar a un negociación", explica Ángela. Minutos después, se personó la Policía Nacional. "Identificándonos y haciendo las comprobaciones pertinentes de que todo el proceso allí fuese completamente legal", añade. También hizo acto de presencia su abogada, a la que no dejaron pasar porque la propietaria del inmueble "había contratado un control de acceso". No obstante, la propia Ángela habló con ella e intentó llegar a un acuerdo. "No fue posible en este primer intento", exclama.
Lejos de calmarse las aguas, con el paso de las horas la tensión era cada vez mayor. "Con sus cánticos, sus insultos y malas formas, la cosa se fue calentando", comenta Ángela. La abogado intervino y sobre las 16.00 horas empezaron las negociaciones. "En primer lugar, nos pedían que nos marchásemos" y "en segundo, pedían estar allí un año", señala. Como veremos después las exigencias fueron bajando de nivel con el avance de las conversaciones, pero cada vez que se marchaban a hablar se producía "una batalla campal". "Pasó hasta en dos y tres ocasiones", asegura.
Alrededor de las 17:00 horas, comenzaron las cargas. La policía se vio obligada a intervenir. Tuvo que poner un perímetro de seguridad a ambos lados de la calle, dado el número de personas que ya se habían congregado en el lugar y que ya se había producido un enfrento directo entre los okupas y los trabajadores de AMA Desokupa. Acción que, por cierto, ha sido avalada por el subdelegado del Gobierno en Granada, José Antonio Montilla, que ha considerado "adecuada y correcta" la intervención de los agentes para "evitar que se produjeran alteraciones del orden público".
El acuerdo con la propiedad
No es hasta la medianoche cuando se confirma que los okupas han aceptado el acuerdo propuesto por la propiedad y que -por tanto- se marcharán en cuanto les sea posible. Desde el perfil en X de Sindicato de Vivienda de Granada hablan de "cesión de uso temporal" del espacio en un tweet que acompañan con un video del altercado en el que los que apoyan la okupación gritan "fuera fascistas de nuestros barrios".
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Los fascistas de AMA Desokupa junto con la policía han intentado desalojar un nuevo CSO en nuestra ciudad, y tenemos que anunciar que:¡Se ha llegado a un acuerdo y conseguido parar el desalojo y echar a Desokupa!
— Sindicato de Vivienda de Granada (@SVGranada) January 20, 2025
La propiedad ha aceptado firmar una cesion de uso temporal. pic.twitter.com/iR3csy5WIu
Según informa la prensa local y confirma AMA Desokupa, que ha mediado entre los okupas y la propiedad, los jóvenes que se encuentran en el interior del edificio tienen que abandonarlo en un plazo máximo de dos meses. Según ha indicado Ángela Jiménez a LD, además se han comprometido a dejar el inmueble "en ópticas condiciones, ya que es un edificio histórico" y "sin percibir ningún beneficio económico".
Algunas de las imágenes de la negociación circulan hoy por Internet, dado lo insólito de la escena. La portavoz de los okupas entraba y salía del inmueble bajando y subiendo por la fachada, trepando con la ayuda de una cuerda. Y ataviada con lo que parecía un abrigo de pieles o pelo, imaginamos que sintético. Todo mientras ondean diferentes banderas en los mástiles, entre ellas la palestina.
Más allá de los pintoresco de esta escena, lo importante es que -destaca Angela, de AMA Desokupa- se ha logrado un acuerdo que garantiza a la propietaria del inmueble que en un máximo de dos meses podrá recuperar el edificio y disponer de él como crea oportuno. "Quiero recalcar que somos una empresa de mediación, que en ningún caso utilizamos la violencia. Y estoy agradecida a mi equipo, que se comportó de diez y que en ningún momento perdió las formas", sentencia, "y a la policía que garantizó que pudiéramos realizar nuestro trabajo, que no es otro que mediar".