
Los restos óseos encontrados en diciembre de 2023 en una cueva de Huéscar corresponden a Dolores García Rodríguez, la niña de diez años que desapareció el 30 de octubre de 1983 en Cúllar (entonces Cúllar Baza), durante las fiestas de la localidad. Fuentes cercanas a la investigación han confirmado la identidad de los huesos, que fueron hallados junto a restos de una persona adulta, también en proceso de identificación.
El descubrimiento se produjo en diciembre de 2023 cuando un pastor de Castril encontró restos humanos en la sima del Carrascal, un paraje de difícil acceso en el término municipal de Huéscar. En un primer momento, el hombre creyó que los huesos podían ser prehistóricos, por lo que alertó a un grupo de espeleología de la zona.
Ante la complejidad del terreno, los expertos de la Asociación Espeleológica Velezana acudieron al lugar y, al encontrar un cráneo, determinaron que pertenecía a un niño o niña de entre 9 y 11 años. Inmediatamente, trasladaron el hallazgo a la Guardia Civil, que inició la investigación. Posteriormente, miembros del GREIM (Grupos de Rescate e Intervención en Montaña) descendieron a la cueva y encontraron más restos humanos, así como huesos de animales. Todo el material fue enviado al Instituto de Medicina Legal para su análisis.
Sin resolver desde 1983
La desaparición de Dolores García Rodríguez ocurrió el 30 de octubre de 1983. Pese a los esfuerzos de búsqueda realizados en la comarca, nunca se obtuvieron pistas sobre su paradero. Con el paso de los años, su familia, compuesta por cinco hermanos tras el fallecimiento de sus padres, inició los trámites legales para declarar su fallecimiento. Así quedó recogido en el Boletín Oficial del Estado del 23 de febrero de 2010, donde se describía que la niña desapareció en Cúllar y desde entonces no se tuvieron más noticias sobre ella.

Desde el primer momento, en el entorno familiar se sostuvo la hipótesis de que Dolores fue sacada de su domicilio y víctima de una desaparición forzada. En la comarca también se ha especulado con la posibilidad de que el responsable de los hechos ya haya fallecido.
A pesar de que fuentes cercanas a la investigación han señalado que los restos hallados en Huéscar pertenecen a Dolores García Rodríguez, aún no se han hecho públicos los resultados oficiales de los análisis de ADN. Han pasado más de dos años desde el hallazgo y, hasta el momento, no se ha producido una confirmación oficial que permita cerrar el caso definitivamente.