
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a 31 años y medio de prisión a un hombre acusado de agredir sexualmente durante años a sus dos hijos adoptivos y a sus cuatro nietos. En su resolución, el tribunal señala que no solo se aprovechó de su relación, sino también de la diferencia de edad, de la corta edad de las víctimas y de la "connivencia" o "permanencia puntual a solas" con ellos en el mismo domicilio.
"Todo ello determina una clara ascendencia sobre las víctimas de la que se prevalió el acusado para cometer los delitos", reza la sentencia en la que, sin embargo, rechaza las acusaciones por delitos de maltrato habitual, amenazas y lesiones psíquicas solicitados por la acusación particular, al estar las acciones "subsumidas en los delitos contra la libertad sexual". Así, el acusado, que reconoció los hechos antes del inicio del juicio y lleva en prisión provisional desde marzo de 2023, ha sido condenado por seis delitos continuados de agresión sexual a menores de 16 años.
Los abusos a sus hijos
Según los hechos probados, el hombre habría abusado de sus hijos adoptivos desde que contaban con nueve años de edad cuando se encontraba a solas con ellos en el domicilio familiar, para lo que, a cambio, les ofrecía "juguetes y dinero". Los abusos y agresiones sexuales fueron 'in crescendo' conforme el mayor de los hermanos crecía, hasta llegar a materializarse en relaciones completas a partir de la adolescencia. Dichas violaciones no solo habrían tenido lugar en los domicilios familiares, sino también en la empresa familiar, hasta que la víctima cumplió los 21 años.
En el caso de su hija menor, las relaciones se intensificaron cuando ésta aún tenía una corta edad. Además, la sentencia constata que el hombre hizo uso de su fuerza en numerosas ocasiones para impedir que la menor le rehuyera o impidiera las agresiones sexuales que, al igual que con su hermano, se repitieron varias veces por semana hasta 2021.
Las agresiones a sus nietos
En una durísima resolución, el tribunal detalla, además, las agresiones sexuales sobre sus cuatro nietos; agresiones que habrían comenzado cuando los menores tenían entre 5 y 7 años de edad y se habrían llevado a cabo bajo el mismo modus operandi, aprovechándose de su parentesco para acercarse a ellos. El hombre se servía de entornos familiares y de las actividades de ocio que practicaban junto a sus nietos en la piscina, dibujando, jugando a la consola o en el sofá para acercarse a ellos y satisfacer su apetito sexual, hasta que fue denunciado en 2023.
Con todo, la sentencia recoge el estado psicológico y emocional que padecieron las víctimas a causa de estas agresiones, con cuadros ansioso-depresivos, baja autoestima, vergüenza y culpa, entre otros signos identificativos.
La pena fijada por el tribunal
Para fijar la pena, el tribunal ha tenido en cuenta la atenuante de reparación de daño por la donación que el acusado realizó a los perjudicados a modo de indemnización en diciembre de 2024, traspasándoles la mitad indivisa de sus bienes, "siendo valorada la donación en 400.000 euros".
Junto a los 31 años y medio de prisión, el tribunal establece 36 de libertad vigilada, así como órdenes de alejamiento e incomunicación sobre las víctimas que van desde los siete años y nueve meses a los 16 años. Como suele ser habitual en estos casos, también se le inhabilita para trabajar o tener contacto directo con menores, sea de forma retribuida o no, por más de 90 años.
