
Un grupo de delincuentes asaltó en la noche del domingo una empresa especializada en el transporte de obras de arte situada en la localidad francesa de Verdun-sur-Garonne, a unos 40 kilómetros de Toulouse y a poco más de 120 kilómetros de la frontera con España. El objetivo era un camión blindado cargado con lingotes de oro, mobiliario artístico y valiosas piezas, cuyo valor total podría superar los seis millones de euros.
Según confirmó el fiscal de Montauban, Bruno Sauvage, la alarma de las instalaciones se activó hacia las 23:30 horas. Para entonces, los ladrones ya habían conseguido acceder al recinto y enganchar el camión a un todoterreno BMW X5 para remolcarlo. La rapidez y precisión del golpe ha llevado a los investigadores a sospechar que los autores contaban con información previa sobre el contenido del vehículo, su ubicación exacta y la falta de vigilancia durante esa noche.
Tal y como ha publicado La Dépêche du Midi, una testigo presenció parte de la fuga y grabó la escena con su teléfono móvil. Además, decidió seguir al convoy durante un tramo para documentar lo que estaba ocurriendo. Posteriormente entregó las imágenes a las autoridades. Ese vídeo se ha convertido en una de las principales pruebas con las que trabaja la Gendarmería de Toulouse, encargada de la investigación.
El camión apareció calcinado
Tras recorrer varios kilómetros, los asaltantes se desviaron hacia un camino rural apartado, donde descargaron los lingotes y monedas de oro —valorados en torno a tres millones de euros, según la fiscalía— y los trasladaron a otro vehículo. Lo que no se llevaron, sin embargo, fueron las obras de arte ni el mobiliario artístico que también transportaba el camión. Lejos de dejarlos intactos, optaron por prender fuego al vehículo, que apareció completamente calcinado horas después.
La destrucción del camión ha complicado las labores de identificación de los objetos que transportaba. Aunque La Dépêche du Midi señala que varias piezas podrían haber quedado reducidas a cenizas, el fiscal Bruno Sauvage declaró que técnicos especializados ya se encontraban en el lugar del hallazgo desde primera hora de la mañana del lunes, trabajando para determinar con precisión el alcance real de los daños.
El caso se investiga oficialmente como un robo con fractura y en banda organizada, según confirmó la propia fiscalía de Montauban. La hipótesis principal de los investigadores es que los autores del robo no actuaron solos ni de forma improvisada. La información detallada con la que contaban sobre el contenido y movimiento del vehículo apunta a la posible implicación de alguien con acceso a datos internos.

