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Arrojan aceite hirviendo en la cara al asesino confeso de dos mujeres en una cárcel de Italia

El recluso fue hospitalizado con quemaduras graves tras la agresión sufrida en la prisión de Prato.

Vasile Frumuzache | Redes sociales

Vasile Frumuzache, ciudadano rumano de 32 años que ha confesado el asesinato de dos mujeres en Italia, ha sido hospitalizado en estado grave después de sufrir una agresión en la prisión de Prato, en la región de Toscana. Según informan Corriere della Sera y la agencia EFE, el atacante es un pariente de una de las víctimas, que le arrojó aceite hirviendo en el rostro, causándole quemaduras de primer y segundo grado.

Frumuzache fue arrestado recientemente tras ser identificado como el principal sospechoso en la desaparición de Denisa Paun, una trabajadora sexual rumana vista por última vez el pasado 15 de mayo. Durante el interrogatorio, el detenido confesó haberla asesinado después de un encuentro y explicó que se deshizo del cuerpo. El cadáver fue localizado el lunes, tres semanas después del crimen, decapitado y oculto dentro de una maleta en un área boscosa de Toscana.

Segunda víctima

Durante su declaración ante los investigadores, Frumuzache admitió haber cometido otro homicidio en agosto de 2024. La víctima fue Ana Maria Andrei, también rumana y trabajadora sexual, desaparecida en la misma región. En ambos casos, el detenido mantenía contacto previo con las víctimas en calidad de cliente.

Fue un primo de Andrei quien, tras el ingreso en prisión del acusado, consiguió arrojarle aceite hirviendo. El interno fue evacuado de urgencia al hospital, donde permanece ingresado bajo vigilancia médica. Se ha abierto una investigación sobre las circunstancias de la agresión.

Hipótesis de un patrón

A raíz de estas confesiones, la Fiscalía italiana ha ordenado ampliar la investigación. Se está revisando la lista de mujeres desaparecidas en los últimos años en Toscana y en Sicilia, donde Frumuzache vivió hasta 2022. El objetivo es esclarecer si existen más víctimas relacionadas con el caso.

En el registro de su domicilio en Monsummano Terme, en la provincia de Pistoia, se encontraron indicios que están siendo analizados. Los investigadores también estudian si pudo contar con la ayuda de una tercera persona para ocultar los cuerpos.

Frumuzache residía en Italia desde hacía años. Estaba casado, tenía hijos y trabajaba como vigilante de seguridad. Su entorno no había reportado antecedentes de comportamiento violento.

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