
Una mujer británica de 83 años ha fallecido tras desarrollar una infección mortal provocada, según las pruebas médicas, por la lamida de un perro en una herida abierta. June Baxter, residente en Attleborough (Norfolk), se hizo un corte en la pierna mientras estaba en el baño. Estaba sola, por lo que utilizó el sistema de alerta de su comunidad para avisar a su nieta y cuidadora, Caitlan Allin, quien acudió rápidamente acompañada de su perro. Al día siguiente, Baxter empezó a encontrarse mal y fue trasladada al Hospital de Norfolk y Norwich. Murió una semana después, el 7 de julio, a causa de un shock séptico.
Una bacteria común en perros
Los análisis revelaron que la infección se había originado por la bacteria Pasteurella multocida, presente en la boca de al menos la mitad de los perros. Aunque Caitlan no vio a su perro lamer la herida, reconoció ante el tribunal que era "una posibilidad", ya que su abuela solía interactuar afectuosamente con el animal. La causa oficial de la muerte fue una celulitis infecciosa en la pierna, provocada probablemente por el contacto de la herida con la saliva del perro.
No se trata de un caso aislado. En 2023, la revista BMC Geriatrics documentó otro fallecimiento similar: una mujer de 85 años murió por un fallo multiorgánico tras infectarse con la misma bacteria, también tras la lamida de su perro. Los autores del informe alertaron de la necesidad de extremar la precaución en personas mayores que conviven con animales de compañía.
Población en riesgo real
Aunque para la mayoría de las personas sanas estas bacterias no representan una amenaza grave, los riesgos aumentan considerablemente en ancianos o personas con un sistema inmunológico debilitado. En el caso de Baxter, los médicos también señalaron enfermedades cardíacas, hepáticas y renales como factores que agravaron el cuadro clínico.
El doctor Andrew Conlan, epidemiólogo veterinario de la Universidad de Cambridge, ha explicado en declaraciones a The Times que "el riesgo de que estas bacterias causen infecciones graves es extremadamente bajo en individuos sanos". Sin embargo, advierte que en personas frágiles puede provocar cuadros severos como sepsis, meningitis o endocarditis.

