La Policía Local de Valencia ha detenido a una mujer acusada de retener contra su voluntad y someter a vejaciones físicas a otra durante tres días en un domicilio del distrito de Cuatro Carreras. La víctima, que presentaba numerosas lesiones, logró pedir auxilio desde el balcón, desencadenando la intervención policial que permitió su liberación.
Los hechos se produjeron el pasado 29 de julio, alrededor de las 14:00 horas, cuando una llamada al 092 alertó de que una mujer pedía ayuda desde el balcón de una vivienda, afirmando que estaba siendo agredida y que no la dejaban salir. A su llegada, los agentes encontraron a la mujer con hematomas en el rostro y asegurando que estaba encerrada. La conversación con los agentes fue interrumpida repentinamente desde el interior, por lo que la patrulla insistió en que, de no abrirse la puerta, entrarían por la fuerza.
Finalmente, la sospechosa accedió a abrir, tratando de disimular la situación y mostrando desinterés por la presencia policial. En ese instante, la víctima salió corriendo visiblemente alterada, con signos evidentes de haber sido maltratada.
Una versión incompatible con los hechos
Durante la primera declaración, la arrestada aseguró que ambas ejercían la prostitución y que un cliente habitual, de carácter violento, había agredido a las dos. Sin embargo, la versión de la víctima fue radicalmente distinta y mucho más alarmante.
Según relató, la agresora la había invitado a una supuesta fiesta tres días antes y, una vez dentro de la vivienda, la encerró, impidiéndole salir y negándole comida y agua. Durante ese tiempo fue golpeada de manera reiterada y sometida a torturas. Las Provincias ha revelado que la agresora utilizó una cuchara que habría usado para consumir heroína para provocarle quemaduras en la vagina, introduciéndosela al rojo vivo.
Un ataque motivado por los celos
La víctima explicó que el origen de la agresión eran los celos de su captora, quien le reprochaba haber mantenido relaciones sexuales con un hombre al que consideraba su pareja. Su intención, según indicó, era "darle un escarmiento".
Además, la mujer secuestrada afirmó que su captora llegó a amenazarla de muerte si pedía ayuda. Aprovechó un momento en que la agresora se quedó dormida tras consumir drogas para salir al balcón y alertar a los vecinos. Fue entonces cuando se activó el protocolo policial.
La detenida fue trasladada a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía, mientras que la víctima fue llevada a un centro hospitalario, donde se le realizaron pruebas médicas para evaluar el alcance de las lesiones sufridas.