
Tomas Ghisoni —un estudiante de Derecho argentino, de 23 años— ha conmovido al mundo al confesar públicamente que acusó a su padre —el obstetra Pablo Ghisoni, de 57 años— de abuso sexual y maltrato inducido por su madre, dando visibilidad a la terrible realidad de muchos hombres contra los que presentan denuncias falsas.
El calvario del especialista en reproducción asistida —que pasó tres años en prisión preventiva— comienza en 2009, cuando se separa de la madre de sus tres hijos y los niños empiezan a acusarle de cosas que no han sucedido. Así lo asegura Tomás, que entonces tenía siete años. "Empezamos a hacer falsas acusaciones en contra de nuestro papá". Inicialmente por "maltrato físico, violencia, extorsión, acoso".
Todas "eran mentira", asevera durante la entrevista concedida a Libertad Digital. Y ese, nos cuenta, sólo fue el principio de una historia de "manipulación y convencimiento por parte de esta persona (su madre) de que mi padre era un abusador y maltratador", que años más tarde deriva en la "denuncia de abuso sexual en contra de mi papá".
Le quitó a sus hijos
Después de tres años viviendo con su madre, "la Justicia ordena en 2012 que nos vayamos a vivir con nuestro papá, porque mi mamá era una incumplidora recurrente de los regímenes de visita". "Le quitan la patria potestad", explica, "pero a finales de 2016 ella consigue un régimen de visitas y, una vez que vamos a la casa de ella, no volvemos más", señala.
Su madre y la abogada les dijeron que para quedarse con ella tenían que poner una denuncia. "Ahí es cuando empieza a preguntar a mi hermano chico: ¿Qué te hizo, te tiró del pelo, te pegó, te maltrataba, por qué no quieres volver, tienes miedo?", recuerda. "Lo único que hizo mi hermanito es, en la presión y entre llantos, decir ‘sí’".
"Eso fue suficiente para que mi vieja le coma la cabeza al asistente social y vayamos todos a hacer una denuncia a la comisaría de la Mujer", afirma. "Sin bajarnos del auto es que se hizo una denuncia de maltrato contra nuestro padre, y por eso es que nos quedamos ahí desde ese régimen de visitas".
¿Cómo llega la denuncia por violación?
Fue después de la denuncia por abuso sexual de su hermano pequeño, con el que se lleva siete años de diferencia. Tomás era una adolescente y su madre no hacía más que preguntarles al respecto —a sus tres hijos— "reiteradamente y de forma indicativa, hasta que nosotros dijéramos algo". La del menor de ellos "fue la primera y la única durante un tiempo".
Después llegó la de Tomás, al que le dijeron durante años que su padre era un depredador sexual. Por ese motivo, reflexiona ahora, terminó interpretando que la "conducta que tenía conmigo a mis 12 años, que alguna vez nos bañábamos juntos o se bañaba conmigo" respondía a una agresión de ese tipo.
"Si te hacen creer que una persona es un abusador sexual, piensas que eso es también un abuso sexual", afirma. "Quien me genera el convencimiento a mí es mi mamá y las personas del equipo técnico, como mi abogada. Me empiezan a decir que esto justamente es un abuso sexual y que bueno, que yo lo tenía que denunciar. Y ahí ella adhiere la mía a la denuncia de mi hermano".
La presión de la abogada y las asociaciones
Tanto es así que Pablo Ghisoni fue absuelto de todos los cargos y cuando aproximadamente hace un mes Tomás le trasladó a su abogada que no quería apelar el recurso de casación porque con los años había llegado a la conclusión —tras analizarlo y hablar tanto con sus hermanos como con su familia materna— de que la acusación "no era real", ella "me trató de convencer de que lo que yo había vivido era un abuso sexual".
"Lo sostuvo a muerte", nos indica. Él no cree que lo hiciera con mala fe si no convencida de que la versión que le ha dado la madre de Tomás todo este tiempo es cierta. Pero hoy, como un joven de 23 años estudiante de Derecho, no puede entender que la letrada mantenga esta postura. "Ella no puede tratar de convencerme a mí de algo que justamente quiero mantener ni seguir denunciando".
La presión que han hecho en este caso tanto su abogada como "las asociaciones, organizaciones y colectivos que apoyaban la lucha de mi madre", recuerdan a otros que han sido muy mediáticos en España, como los de María Sevilla o Juana Rivas. Tomás prefiere ser prudente y afirma que no puede "asegurar que hubiera una asociación ilícita para crear denuncias falsas", pero es conocido que "gente que estaba implicada en estas asociaciones casualmente también está o se vio involucrada en otros procesos en donde están investigando falsas acusaciones".
Cabe recordar que en estos momentos se investiga si la madre de Tomás pudo haber incurrido en los delitos de "falso testimonio calificado, instigación a la comisión del delito de falso testimonio y asociación ilícita", ya que existe la sospecha de que pudiera haber pagado a peritos para que presentaran pruebas a su favor.
A Tomás lo que le consta es que la mediática "Virginia Creimer es una pieza estratégica y clave en esta causa, y es la perito de parte que examina a mi hermano más chico". "En su pericia, con muy poco rigor científico, dice que había sido abusado sexualmente por mi papá", indica el joven. Ella es una de las personas, señala, que —más allá de si fue con dolo o no— "hicieron posible que esto se dé esa manera", junto con el psiquiatra Enrique Estola y —por su puesto— su abogada.
¿Cómo se dio cuenta de la verdad?
"No fue una cosa puntual", afirma. "Pero quizás lo primero fue entender que mi mamá no estaba del todo bien, por conductas que tenía ella muy manipuladoras", añade. "Partiendo de esa base, es que yo empiezo a relacionarme más con quienes mi mamá pretendía alejarnos: mi familia materna, su propia hermana y sus padres".
Entonces Tomás se percata de que su madre "ya tenía estas situaciones y conductas patológicas desde mucho antes de que empiece toda esta causa". Hasta ese momento, él pensaba que "le había afectado de tal manera que la Justicia no le crea, que la traten como una loca, o que le hagan sentir que su palabra vale poco".
"Llegó a amenazar con que se iba a suicidar, tomándose 55 pastillas, dándose la cabeza contra la pared... Hasta ese nivel para que yo diga: ‘está bien, pido perdón’. No sabes por qué, pero tienes que pedir perdón y reconocer un error que, en definitiva, nunca existió", exclama. Él recuerda que cuando era pequeño "tomaba todo con pinzas".
No se la podía tomar en serio porque "hablaba mal de todo el mundo" y decía que "eran todos abusadores". La gota que colmó el vaso fue cuando denunció a su padre porque "una prima supuestamente le dice que mi abuelo era un abusador, que se lo habían dicho los astros y que se lo tenía que decir para que ella, mi mamá, tenga justicia en el juicio contra nuestro padre" en 2023.
La explicación a las lesiones
"Históricamente se la vivía hablando mal de mis abuelos. Pero yo tengo una vivencia distinta", indica. "Ella no puede tolerar que yo quiera seguir teniendo relación con ellos, a los que acusaba también de que le habían maltratado". Tener relación con ellos le permitió descubrir —por ejemplo— que había antecedentes familiares de estreñimiento grave en la familia.
Su abuelo, su tía, su hermana mayor y hasta su madre tenían este problema. "Mamá cuenta que ella tenía una una fisura anal justamente producto de la constipación (estreñimiento, en Argentina), así que eso también fue un punto clave", afirma. Cayó en la cuenta de que esto podía explicar "las supuestas lesiones de mi hermano pequeño, que mi mamá dibujaba como un abuso sexual".
Esto le lleva a hablar con su hermano y éste le reconoce que "literalmente no se acuerda de absolutamente nada, del abuso ni de nada". Algo que a Tomás le parecía prácticamente imposible —de ser ciertos los abusos— ya que se supone que "se producían todos los días durante 3 años".
El pequeño también duda
"Mi mamá sostiene hoy en día lo mismo que le dijo a mi hermano pequeño cuando le contó, y estábamos nosotros dos delante (sus hijos mayores), que no se acordaba nada. Ella le dijo: ‘es normal que no te lo acuerdes porque tu cerebro lo borra como mecanismo de defensa’. Y entonces empezó a traernos casos en donde esto había pasado, que un niño se olvidaba de un abuso justamente por el daño que le provocaba", relata.
"Esto me parece lógico en situaciones en donde fue un hecho aislado, pero no en una en la que ha perdurado en el tiempo y se ha reiterado durante todos los días durante 3 años", argumenta Tomás. Así que sintió la necesidad de transmitírselo a su hermano pequeño. Él —señala— le contestó: "Sí, sí, la verdad que sí. No puede ser".
Es ahí cuando, nos explica, el adolescente "empieza también a recapitular" y "replantearse todo". "El tiempo va a ir acomodando las cosas", confía Tomás. "Tiene que ser él mismo quien se de cuenta, no le quiero generar un convencimiento de lo contrario. Sería la otra cara de la misma moneda", sentencia.
En cualquier caso, Tomás quiere dejar claro que "el hecho de que yo haya atravesado por esto, por una madre totalmente y lamentablemente con problemas mentales, no implica que no haya víctimas reales de abuso. Las hay", advierte. Él no quiere que se utilice su testimonio "para desacreditar " a las que sí lo son. Cuando él creía serlo, conoció "a muchas".
Su madre le bloqueó
Desde que se fue de casa de su madre, hace unos años, Tomás intentaba ver a su hermano pequeño al menos una vez cada 15 días a pesar de que aún es menor, vive con su madre y las visitas a casa de la mujer cada vez eran más complicadas. Tanto es así que su novia tuvo que dejar de acompañarle, dado el trato que recibía por su parte.
Ella, nos cuenta el joven, le ha ayudado mucho en el proceso hasta llegar a la verdad y darse cuenta de que las acusaciones sobre su parte eran falsas. Un convencimiento que le llevó a grabar un video y contar su historia y la de hombre que merece "lo ha perdido todo" y merece que se haga Justicia.
En lo que se refiere a su madre, cuando difundió este video —que se ha hecho viral— a través de redes sociales, "me mandó una sarta de mensajes diciéndome cosas bastante feas y me bloqueó". "Desde ahí, no tuve más contacto", asegura. Con su padre, sabe que llegará el momento del recuentro y recuperar en la medida de lo posible el tiempo perdido, pero aún no se ha producido.


