
Shannon Burns, exvicepresidenta de ingeniería de Gitpod, una compañía de software, vivió uno de los episodios más insólitos de su carrera durante un viaje de formación de equipos en Austria. Tras perder las llaves de su habitación y encontrarse con que no había personal disponible en la recepción, Burns decidió dormir en la sauna del hotel. Según el tribunal, aunque había consumido alcohol esa noche, su trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) contribuyó decisivamente a su olvido y desorganización.
La ejecutiva había estado bebiendo y sus jefes le dijeron que la confianza en ella se había erosionado y que necesitaba dar ejemplo. Sin embargo, el tribunal de Birmingham concluyó que su despido fue injustificado y que la empresa no había hecho lo suficiente para adaptarse a su condición.
Burns, que previamente trabajó en Silicon Valley y participaba en organizaciones que apoyan a mujeres en la industria tecnológica, siempre había sido una profesional destacada, aunque su TDAH la hacía olvidadiza y propensa a perder objetos como llaves y teléfonos.
Fue contratada por la compañía de software como vicepresidenta de ingeniería con un salario de 220.000 libras anuales y un bono de 78.000. Poco después de incorporarse, solicitó un entrenador que le ayudara a manejar su TDAH, ya que se sentía "profundamente abrumada" por la carga de trabajo, pero no se le derivó a terapia ocupacional.
El incidente de la sauna
En el juicio, el tribunal escuchó que Burns, durante el evento de formación, "arrastraba las palabras" tras beber alcohol. Al regresar a su habitación, se la encontró cerrada con llave, su compañera de piso dormida y sin poder contactar a la recepción. Sin más opciones, decidió dormir en la sauna.
Posteriormente, recibió un mensaje de un alto ejecutivo recordándole que debía mantener el control y ofreciéndole un plazo para mejorar. Dos meses más tarde, fue despedida.
Burns llevó el caso ante el tribunal alegando que su despido constituía discriminación por discapacidad, ya que la empresa no había evaluado adecuadamente cómo su TDAH afectaba su desempeño. El tribunal coincidió con ella y declaró que la compañía debería haber investigado más a fondo su condición antes de tomar las medidas disciplinarias.
En el juicio, el tribunal subrayó: "Probablemente, esto se debió en parte a la combinación de su consumo de alcohol y su olvido, algo derivado de su TDAH". Con esta declaración, Burns ganó el litigio.

