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Despedida tras 25 años por un crucero: obligan al súper a readmitirla o pagar 40.000 euros

La empresa debe readmitirla o indemnizarla con 40.000 euros.

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha declarado improcedente el despido disciplinario de una encargada de un supermercado que fue cesada en junio de 2024 al considerar que había colaborado en un fraude. La trabajadora llevaba más de 25 años trabajando para la empresa cuando la dirección la acusó de favorecer a un cliente para que ganase un crucero.

La promoción en cuestión ofrecía a los clientes la posibilidad de obtener premios mediante retos asociados a la compra de determinados productos y entre ellos, diez cruceros por el Mediterráneo.

El día 13 de junio de 2024, fecha en que se abría la posibilidad de conseguir el premio, un cliente habitual entró en la tienda cuando apenas se estaba levantando la persiana. Minutos antes, una cajera interina había colocado en la cinta de la caja seis paquetes de una cierta marca de pipas, producto que permitía completar el reto número 30 y acceder al crucero. El cliente pagó esos artículos y, acto seguido, mostró en su teléfono el código que validaba la compra. La encargada del establecimiento, llamada por la cajera, estampó también el sello físico en el ticket. La empresa interpretó que esa secuencia había sido planificada con el consentimiento de la encargada.

El tribunal recordó que el despido disciplinario es «la sanción más grave en el derecho laboral» y debe aplicarse solo a incumplimientos de máxima gravedad. En este caso, aseguran, no se acreditó ni perjuicio económico para la empresa ni una connivencia consciente entre la trabajadora y el cliente. Por eso la justicia obliga ahora a readmitir a la empleada en su puesto de trabajo o bien indemnizarla con 40.000 euros. La resolución también impone las costas del proceso a la compañía.

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