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La destrucción de un acta clave y otros puntos oscuros del crimen de la viuda de la CAM, que acaba de cerrar el TC

A pesar de la absolución de Miguel López por el tribunal, los investigadores le relacionan con el crimen de su suegra, María del Carmen Martínez.

A pesar de la absolución de Miguel López por el tribunal, los investigadores le relacionan con el crimen de su suegra, María del Carmen Martínez.
Miguel López, yerno de la viuda del expresidente de la CAM, a su salida de la sala en 2019. | LD/Agencias

El asesinato de María del Carmen Martínez, viuda de Vicente Sala –expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM)– sigue sin culpable casi una década después. El Tribunal Constitucional ha decidido poner fin al largo proceso judicial ratificando la absolución de Miguel López, yerno de la víctima y único acusado del crimen. La decisión llega tras años de giros judiciales y pese a las dudas que siguen rodeando un caso marcado por la destrucción de un primer veredicto de culpabilidad y un jurado dividido.

Un crimen sin resolver en el "Falcon Crest alicantino"

La periodista Lorena López Lobo ha repasado en el programa En casa de Herrero, de esRadio, la cronología del crimen. El 9 de diciembre de 2016, María del Carmen Martínez, de 72 años, fue asesinada de dos disparos en la cabeza en el concesionario familiar NOVOCAR, en Alicante. Según la investigación, su yerno Miguel López, gerente del negocio, la había citado allí. La víctima estacionó su coche en el lavadero, el único punto sin cámaras de seguridad. Poco antes de las siete de la tarde, un empleado la encontró agonizando. Falleció poco después. Miguel López ya se había marchado a su domicilio media hora antes.

A pesar de las sospechas, no se halló el arma homicida ni pruebas concluyentes: no había huellas, ni ADN, ni restos de pólvora. El caso, sin embargo, avanzó hasta el juicio con jurado en 2019. El Ministerio Fiscal calificó el crimen como una ejecución con ensañamiento y pidió 24 años de prisión para el acusado.

El móvil del crimen, según los investigadores, pudo haber sido la herencia de los cuatro hijos: tres mujeres y un único hombre, al que su madre decidió dar la acción de oro, otorgándole así el máximo poder sobre el conglomerado empresarial que tenía la pareja.

Un jurado dividido y un veredicto que desapareció

El juicio fue el primero de varios episodios polémicos. El jurado popular entregó inicialmente un acta donde declaraba culpable a Miguel López por 7 votos a 2. Sin embargo, la magistrada presidenta, Francisca Bru, devolvió el documento al considerar que no estaba suficientemente motivado. En menos de 48 horas, tras sustituir a un miembro del jurado por sentirse indispuesto, el tribunal emitió un segundo veredicto: esta vez, López fue declarado no culpable por 6 votos frente a 3.

Esa primera acta del jurado nunca fue consultada por la acusación ni por la Fiscalía. Peor aún: fue destruida. El Tribunal Supremo anuló la absolución al considerar que esta desaparición supuso una irregularidad procesal y ordenó repetir el juicio. Pero antes de que se señalara fecha, Miguel López recurrió ante el Tribunal Constitucional.

Esta semana, el alto tribunal ha dado la razón al acusado y ha cerrado definitivamente el caso, al considerar que no hubo indefensión. A su juicio, la acusación particular debió solicitar en su momento el acta anulada y no lo hizo. El auto cuenta con dos votos particulares, es decir, dos magistrados discrepan y consideran que sí debía repetirse el juicio.

Las anomalías del proceso, según Alfonso Egea

El periodista Alfonso Egea, que ha seguido el caso desde el inicio, ha señalado en el mismo programa varias irregularidades graves. "Me sorprende la destrucción del acta de un veredicto. Es un documento que justifica un primer veredicto de culpabilidad contra Miguel López y es un documento que nadie podrá consultar jamás", ha explicado.

También ha destacado los votos discrepantes del Constitucional: "Eso significa que hay dos jueces que no están de acuerdo con el fallo del tribunal. Creen que Miguel López debería ser juzgado de nuevo".

En este contexto, Egea ha lamentado que no se celebrara una vista para aclarar lo ocurrido: "La única posibilidad de recurrir un veredicto es un fallo. Como jueza, debes dejar esto lo más blindado posible, porque un recurso en el futuro no deja de ser una falla en el presente".

Una ley del jurado en cuestión

El caso ha reabierto el debate sobre la ley del jurado en España. Egea ha sido contundente: "En mí no vas a encontrar un defensor de la ley del jurado. Casos como este dictan que los ciudadanos estamos muy lejos de dictar justicia".

A su juicio, no es comprensible que "en apenas 40 horas unos mismos hechos cambien radicalmente de un veredicto de culpabilidad a otro de no culpabilidad". Y, además, ha subrayado: "No puede ser el mismo balance para un veredicto de culpabilidad que para uno de no culpabilidad. La ley del jurado está destinada para defender la presunción de inocencia, bajo la premisa de ‘prefiero un culpable en la calle que un inocente en prisión’".

La investigación sigue señalando al mismo sospechoso

Aunque Miguel López ha sido absuelto, los investigadores nunca han tenido dudas sobre su vinculación con el crimen. "Respetando la presunción de inocencia de Miguel López se debe entender que nadie le ha declarado inocente, sino no culpable", ha señalado Alfonso Egea.

"Cuando hablas con los investigadores, no tienen la menor duda: Miguel López está relacionado con el asesinato de su suegra, sí o sí. Esto no fue un crimen fruto de la casualidad. Llevaba joyas importantes que no le quitaron, y el responsable de su muerte, para los investigadores, era Miguel López", ha afirmado.

El periodista también ha advertido de que el hijo de la víctima está valorando acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. "Y si Estrasburgo dice que repitamos el juicio, hablamos de eso. La familia está sopesando qué hacer".

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