La aparición de algunos cadáveres aún sin identificar plantea la posibilidad de un ajuste adicional en la cifra final de desaparecidos. En un esfuerzo nacional, cerca de 2.300 bomberos llegados de toda España permanecen en la zona afectada, trabajando sin descanso en las labores de búsqueda y rescate. Las intensas jornadas de trabajo se concentran en áreas de difícil acceso, con la esperanza de encontrar a las personas que aún no han sido localizadas.
Mientras tanto, los familiares de los desaparecidos viven momentos de angustia y han hecho un llamamiento desesperado para obtener cualquier información que pueda ayudar en la búsqueda de sus seres queridos. Las historias de quienes permanecen desaparecidos, contadas por amigos y familiares, reflejan el impacto humano de la tragedia y la profunda incertidumbre que atraviesan quienes esperan respuestas.
Las autoridades y equipos de rescate aseguran que seguirán trabajando en la zona hasta agotar todas las posibilidades de hallar a más personas y llevar algo de paz a las familias afectadas.

