El Anzhi ruso, el nuevo rico del fútbol europeo

Hace apenas un año, ni los mejores parabólicos habían oido de hablar de un equipo ruso llamado Anzhi Majachkala. Pero después de unos meses avisando, este verano se ha convertido en el rey del mercado futbolístico a nivel mundial.

Su última contratación, la del camerunés Samuel Eto'o, le ha costado 27 millones. Hasta ahí todo normal; es una cifra que se podría considerar lógica tratándose de uno de los mejores delanteros del planeta. Sin embargo, la locura llega cuando observamos la ficha que percibirá el ex del Inter: nada menos que veinte millones de euros anuales, lo que le convertirá, de largo, en el futbolista mejor pagado.

Pero el club ruso, que ya se ha gastado unos 90 millones este verano para reclutar a futbolistas como Zhirkov, Dzsudzsak o el prometedor brasileño Jucilei –además del mítico Roberto Carlos, incorporado el pasado invierno-, no piensa detenerse ahí, y ya apunta a otro nombre, el del lateral brasileño Daniel Alves. En principio se antoja una operación complicada, pero si de verdad le ofrecen 15 millones anuales al brasileño –y visto lo visto con Eto'o, es para creérselo- las negociaciones pueden llegar a buen puerto.

¿De dónde sale?

Como era de suponer, detrás de todas estas inversiones se encuentra un multimillonario ruso: Suleyman Kerimov. Gracias a la fortuna que ha amasado a través del petróleo, el gas y los metales preciosos, este magnate de Derbent ocupa el puesto 118 en la Lista Forbes de 2011.

Sin embargo, no es un inversor al uso. Quizá provocado por un grave accidente que sufrió conduciendo en 2006, que estuvo a punto de provocar su muerte, Kerimov es también conocido por la gran cantidad de patrimonio que destina a ONGs y diferentes obras sociales.

En enero de 2011 fue cuando se decidió a adquirir la totalidad del Anzhi, un club que se había fundado oficialmente en 1991 y cuyo mayor hito hasta la fecha es un partido de primera ronda de la Copa de la UEFA en el que cayó derrotado y eliminado por el Glasgow Rangers.

Zona conflictiva

Precisamente los detalles que rodean a ese encuentro dan una clara idea de la complicada organización del equipo. Se encuentra ubicado en Daguestán, una de las repúblicas más pobres y peligrosas de Rusia –y vecina de Chechenia, lo que obligó a que el choque se jugara en campo neutral-, en la que los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad del gobierno y los insurgentes islámicos se reproducen casi a diario.

Además, el racismo también está más que latente en la región, así como en el resto de Rusia existe hacia el Anzhi, por tratarse de un conjunto del Cáucaso. Lo pudo comprobar en primera persona Youri Zhirkov, hasta hace poco ídolo en el país y que en un encuentro reciente vio cómo era increpado continuamente.

Sin embargo, los jugadores apenas serán conscientes de ello, ya que al menos las principales estrellas –se espera que pronto sea todo el equipo- vivirán y entrenarán en Moscú, y sólo se desplazarán a Majachkalá, a dos horas en avión, para los partidos que el conjunto tenga que disputar como local.

Cómo casará eso con las ideas tácticas del entrenador, Gadzhi Gadzhiev, es otra historia. A Suleyman Kerimov no le preocupa, está claro. Él tiene claros sus objetivos: que el equipo dispute la Champions League en menos de dos temporadas, y la construcción de un estadio para unos 40.000 espectadores, acorde con la grandeza que le espera al club.

Roberto Carlos lo dice abiertamente. "Está dispuesto a fichar a los mejores sin reparar en gastos para llevar al equipo a lo más alto y para convertirse en un personaje público de fama mundial". De momento, el Barcelona que se ande con ojo, porque Dani Alves puede ser el siguiente.