El técnico del Barcelona, Josep Guardiola, ha explicado que el problema de la entidad "no es directivo, sino sociológico" y entiende que el presidente Sandro Rosell "se haya molestado" con él, a raíz de unas declaraciones realizadas que se podrían haber interpretado como una defensa hacia la anterior directiva de Joan Laporta.
Tras el encuentro ante el Atlético de Madrid, Gardiola salió en defensa de la anterior directiva, que puede ver embargados sus bienes a raíz de una demanda procedente de un socio, por haber tomado posesión del cargo quince días antes de lo estipulado. "Yo hablo de ocho familias (de los exdirectivos), ni de Laporta ni de Rosell. Tengo cuarenta años, desde los trece estoy aquí, y sé que hablar bien de una junta directiva parece que se intuye que se hable mal de otra. Nada que ver con mi intención", ha dicho el de Sampedor, según recoge Efe.
Guardiola ha explicado que con sus palabras intentó alabar el trabajo de "todas, absolutamente todas" las juntas directivas y reivindicó que todos "han hecho cosas buenas y malas", y ha considerado que "lo importante" es que quien esté en el club en cada momento (directivos, técnicos y jugadores) lo haga pensando en el club.
"Desde que he estado aquí con Núñez, Gaspart, Laporta y ahora con Rosell, todos hemos apretado para que las cosas funcionen. Hay situaciones personales que siempre quedan, pero todos quieren que el Barça siempre gane y vayan las cosas bien", ha recordado.
Guardiola ha explicado que el domingo pasado ya habló con Rosell para aclarar las cosas. "Entiendo que estén un poco molestos, pero ellos ya saben que no era mi intención. Sé que el presidente y la junta directiva están muy por encima mío, sé que soy un empleado del club y en los trece años que llevo aquí, sé cual es mi papel", ha reiterado.
En todo caso, el técnico del Barcelona ha asegurado que "aunque no lo parezca", la junta directiva de Rosell y la de Laporta "se parecen mucho más entre ellos de lo que se creen. "En cuestiones de piel, ya no entro, porque cada uno es hijo de sus padres".
Guardiola ha insistido en que ambas directivas "son la misma cara de la misma moneda" y que la junta de Laporta y la de Rosell persiguen lo mismo: "que el Barça sea cada vez más fuerte". Ha asegurado que se ha sentido apoyado con unos y con otros y que siempre ha tratado de ver qué es lo que más le conviene al club.
El técnico del Barcelona ha calificado a Sandro Rosell como "un muy buen presidente" y presiente que "aún será mejor en el futuro", porque ha hecho "muy bien las cosas en este primer año, donde nunca es fácil ser presidente".
En todo caso, Guardiola no se arrepiente de su discurso. "Si ha habido todo este lío es porque no me he explicado bien", ha insistido el técnico, quien reivindica que "se tomen decisiones siempre pensando que se hacen para bien".