Lágrimas de Valverde tras su regreso a lo grande

El español Alejandro Valverde (Movistar) ha terminado con 20 meses de sequía al imponerse en la etapa reina del Tour Down Under y se ha situado segundo en la general, con el mismo tiempo que el líder, el australiano Simon Gerrans (GreenEdge).

Valverde, cuyo último triunfo se remontaba al 2 de mayo de 2010, en el Tour de Romandía, culminó el trabajo de sus compañeros de equipo, que se mostraron incansables desde la salida, y batió en el esprint a Gerrans.

La quinta y penúltima etapa de esta carrera, primera del circuito UCI 2010, de 151 kilómetros entre McLaren Vale y Old Willunga Hill, contaba con una dura subida de tres kilómetros que los corredores tenían que pasar en dos ocasiones.

Los hombres del Movistar junto con los del RadioShack fueron los grandes protagonistas de la jornada. Por el equipo español, Imanol Erviti fue el primero que trató de controlar la carrera. Le siguieron David López, cuya fuga provocó que el pelotón se partiese en dos durante la primera de las ascensiones a la cima Old Willunga Hill.

Le secundaron José Joaquín Rojas e Iván Gutiérrez. Con el grupo principal reducido a solo 25 corredores, Javi Moreno y Ángel Madrazo fueron los encargados de preparar la llegada a Valverde, que superó en los metros finales a Gerrans, con un tiempo de 3h.45:48.

Valverde declaró sentir una "emoción exagerada" tras una victoria que le sirvió para "poder descargar toda la rabia que tenía dentro". "No he podido aguantar las lágrimas en la meta. Sentimentalmente hablando, diría que es la victoria más especial de mi carrera. Han sido muchos meses de entrenamiento duro en casa, de cuidarme al máximo sin competir. Te acuerdas de todo eso, señaló el corredor murciano.

"El triunfo va para todo el equipo, porque me han apoyado al 100% y, en especial, para Xavi Tondo. Y también para todos aquellos que han estado siempre a mi lado. Ellos saben quiénes son. Para mi mujer, mis niños, mi familia", recalcó.

Sobre las posibilidades de adjudicarse la victoria final en esta prueba, Valverde admitió que "está muy complicado". "De momento, vamos a disfrutar de este triunfo y si nos mantenemos donde estamos, también vamos a terminar contentos. Evidentemente, si se puede ganar agotaremos las opciones, pero si terminamos así, yo me quedo muy a gusto", señaló.

"No vamos a descartar nada -prosiguió-, pero hay que ser conscientes de que es muy difícil y que mañana es una etapa especial. Con lo que hemos conseguido ya nos sabe a gloria".

La carrera se decidirá mañana en el circuito de Adelaida, de 90 km, con bonificaciones en la línea de meta y en los dos esprints intermedios.