Diego Armando Maradona vuelve a ser noticia. Una vez más ha demostrado estar más pendiente de lo que sucede fuera que de su equipo, aunque en esta ocasión está justificado.
El actual entrenador del Al Wasl tuvo que saltar a la grada para defender a su esposa, que estaba siendo insultada y atacada por hinchas del conjunto rival, el Al Shabab, junto a otras mujeres.
En cuanto el pelusa se percató del asunto no se lo pensó dos veces y subió a la grada, donde se encaró con los aficionados. Por supuesto, en español. Al final, tuvo que intervenir la seguridad para terminar con la situación.
"Son unos cobardes", aseguró el argentino después del partido. "Sólo atacan a las mujeres y no tienen ningún valor para enfrentarse a los hombres". "Fui a defender a mi mujer", continuó Maradona, "no me importa dónde estoy, en un estadio, en una iglesia, una mezquita o donde sea. Si insultan a mi mujer, voy a defenderla".