(Libertad Digital) La caída de la demanda de pisos, debido el aumento de los tipos hipotecarios, pueden tener un efecto muy negativo en las arcas municipales, ya que los ayuntamientos se nutren fundamentalmente de impuestos y tasas relacionadas con la vivienda, que suponen unos ingresos cercanos al 40% del total.
Por eso, el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que ya es la principal fuente de financiación vía tributos de los ayuntamientos, y cuya base imponible está constituida por el valor catastral de los bienes inmuebles, ha sufrido importantes aumentos a lo largo del año 2007.
Así, 35 de las 52 capitales de provincias españolas -el 70% del total- han incrementado el IBI en el presente ejercicio, a través de la revisión del valor catastral de los inmuebles e incluso con la subida del tipos impositivos del tributo. Sólo uno de estos grandes municipios –Ceuta- ha reducido los valores catastrales de los inmuebles y los otros 16 ayuntamientos lo mantienen, según se desprende del Ránking Tributario de los Municipios Españoles, al que ha tenido acceso La Gaceta de los Negocios, y que elabora la Agencia Tributaria de Madrid.
Pese a la subida prácticamente generalizada en este impuesto, los primeros lugares del ránking apenas varían con respecto a 2006. Lérida, Tarragona y Ciudad Real se mantienen a la cabeza en cuanto a una mayor cuota media del IBI, que ronda los 100 euros. En el otro extremo de la tabla se sitúan Pamplona, Vitoria y Ceuta, ciudades en las que la cuota es prácticamente cinco veces inferior a la que registran los municipios que encabezan la lista.