Según publica este martes el Boletín Oficial del Estado (BOE), la decisión fue aprobada por la Comisión Ejecutiva el pasado 15 de marzo, si bien el 24 de noviembre de 2010 el Banco de España ya anunció esta decisión, informa Servimedia.
El objetivo del regulador es reestructurar la red de sucursales "con el objetivo de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos económicos y humanos de que dispone". No obstante, el cierre de estas siete sucursales supone algo más del 9% del total de la red.
La fecha prevista para el cierre es el próximo 31 de mayo y las oficinas que dejarán de operar son: Ceuta, Logroño, Melilla, Pamplona, San Sebastián, Santander y Toledo.
Pero el Banco de España mantendrá sus sucursales en: Alicante, Badajoz, Barcelona, Bilbao, A Coruña, Las Palmas, Málaga, Murcia, Oviedo, Palma, Sevilla, Tenerife, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
En cualquier caso, el organismo que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez explica que los ciudadanos podrán seguir operando a través del resto de sucursales distribuidas por toda España.