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El fraude verde de Sebastián augura más impuestos y subidas de luz

El déficit tarifario ascenderá a unos 22.000 millones de euros en 2013. Su eliminación tan sólo se podrá llevar a cabo por tres vías: eliminar las primas renovables, subir un 30% el precio de la luz o nuevos impuestos. Por el momento, Sebastián descarta o minimiza las dos primeras.

Los españoles (consumidores y empresas) sufrirán importantes subidas en el precio de la luz o nuevas subidas fiscales, o una combinación de ambas, de aquí a 2013, si el Gobierno mantiene su objetivo de eliminar el déficit de tarifa (la diferencia entre costes e ingresos en la producción eléctrica) a partir de esa fecha sin desmantelar las subvenciones verdes.

El sistema eléctrico español acumulaba un déficit tarifario próximo a los 16.000 millones de euros a cierre de 2009. Y es que, el Gobierno fija por ley el precio de la luz (tarifas) en España por debajo de su valor de mercado (precio real), mientras que el coste de la generación (producción) se ha disparado en los últimos años como resultado del apoyo público a las energías renovables (el coste de producir energías verdes es muy superior al de otros tipos de generación como, por ejemplo, la nuclear).

Sin ir más lejos, la diferencia entre los costes reconocidos de la generación de energía y los ingresos regulados de las eléctricas (déficit de tarifa) superó los 4.600 millones de euros en 2009, según la Comisión Nacional de la Energía (CNE). En este sentido, tanto el organismo que preside María Teresa Costa como el propio Ministerio de Industria reconocen que dicha diferencia responde al sobrecoste de las renovables.

Las primas que recibe este sector se han disparado un 74% interanual en 2009, hasta cerca de los 6.000 millones de euros frente a los 3.717 millones previstos inicialmente. La solar se ha llevado casi la mitad de este pastel, unos 2.600 millones.

El responsable del ramo, Miguel Sebastián, ha admitido en varias ocasiones que, dado el sobrecoste de las renovables, el sistema eléctrico español es "insostenible" a medio y largo plazo. De hecho, ha lanzado duras críticas hacia las suculentas primas verdes, contradiciendo así la política energética impuesta por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El pasado abril, Industria publicó un documento en el que ponía de manifiesto este problema. Desde 2004 a 2010 el importe de las primas renovables se ha multiplicado por cinco, e Industria prevé que en 2010 su cuantía ascienda a 6.300 millones de euros.

De mantenerse intacto el actual sistema de subvenciones, el sector renovable percibirá en los próximos 25 años más de 126.000 millones de euros. Industria reconocía así la existencia de una "burbuja" renovable en España que debía ser corregida.

La energía verde dispara el precio de la luz

Pero sus efectos ya se han hecho notar en los últimos años. El coste de la electricidad para los hogares se ha disparado un 36,8% entre 1998 y 2009, hasta situarse un 4,7% por encima de la media de la UE-27.

Y la situación aún es peor para las empresas: el coste eléctrico para la industria española ha aumentado un 77,1% en la última década y, en la actualidad, "se encuentra muy por encima de la media de la UE (17%)". Los costes energéticos que soporta la industria española triplican los costes laborales, según reconoce el Gobierno, lastrando así su competitividad internacional.

Este incremento de precios se debe "principalmente al sobrecoste de las renovables", indica el documento. El fomento de este tipo de energía "explica más de un 120% la variación de la factura eléctrica".

Además, a estos "costes directos de las renovables hay que añadir otros indirectos, como la necesidad de inversiones adicionales en las redes para integrar las renovables" y la reducción de funcionamiento en el número de horas que impone a otras plantas más productivas y menos costosas (véase el paradigmático caso denunciado por Endesa), ya que las renovables gozan de prioridad absoluta a la hora de entrar en el sistema para vender energía.

Lo peor de todo es que, pese a esta subida de precios, el sistema sigue siendo deficitario (los costes de producir electricidad siguen superando a los ingresos). Ante tal panorama, el Gobierno aprobó el real decreto ley 6/2009, en el que se compromete a acabar con el déficit tarifario en 2013.

El grave problema del déficit

Para ello, Industria fijó que el déficit no podría superar los 3.500 millones en 2009 (lo ha superado), los 3.000 millones en 2010, los 2.000 millones en 2011 ni los 1.000 millones en 2012. Es decir, que a los cerca de 16.000 millones de euros de déficit actuales habría que sumar otros 6.000, con lo que el déficit total ascendería a unos 22.000 millones de euros en 2013.

¿Cómo reducir esta brecha? Existen tres opciones: reducir o eliminar las primas verdes, subir el precio de la luz o bien crear o aumentar impuestos para sufragar el sobrecoste. Hasta el momento, Sebastián era partidario de la primera opción (la reducción de primas, incluso, con carácter retroactivo). Su objetivo inicial consistía en reducir en 2.600 millones de euros (casi un 50%) las primas de todas las energías de régimen especial.

Sin embargo, el ministro ha cedido finalmente a las presiones. El acuerdo inicial alcanzado con el sector eólico y termosolar la pasada semana establecía una reducción de primas, sin carácter retroactivo, del 35% hasta 2013, pero la letra pequeña muestra que se trata de un fraude.

La rebaja del 35% a las eólicas tan sólo afecta al 16% de la potencia instalada, con lo que las propias eléctricas cifran el recorte de las primas en apenas 2,4 millones de euros al año frente a un total de 500 millones previstos inicialmente, según publica este jueves Cinco Días.

Por su parte, Sebastián anunció el miércoles que el pacto con la fotovoltaica, que aglutina casi la mitad de las primas verdes, está "cerca". En este sentido, la Asociación Empresarial Fotovoltaica (AEF) propone que Industria fije un "techo o precio máximo" al sector con el fin de rebajar un 25% los precios actuales, pero rechaza de plano el recorte retroactivo de las tarifas aprobadas para instalaciones renovables ya en uso, construidas o preasignadas.

El presidente de AEF, Juan Laso, advierte de que su sector acumula una deuda de 20.000 millones de euros con bancos y cajas, "sin posibilidades de refinanciación". Por ello, en caso de que Industria aplique un sustancial recorte retroactivo de primas, "además de paralizar la actividad sectorial, encarecería la prima de riesgo de nuestro país, y situaría bajo mínimos la credibilidad del Reino de España entre los inversores nacionales y extranjeros", alerta.

Así pues, a la vista del pacto con las eólicas y la amenaza del lobby solar, la reducción de primas fotovoltaicas podría ser muy inferior al previsto por Industria, con lo que el Gobierno tendría que acudir a las otras dos vías (subidas de luz y más impuestos) para eliminar el déficit en 2013.

Subida de la luz

¿Problema? PSOE y PP han decidido paralizar la subida de la luz proyectada para el presente mes de julio y en estos momentos negocian un pacto energético con el fin de congelar la tarifa final para consumidores y empresas. Esta decisión ha castigado en bolsa a las grandes eléctricas, que estudian presentar un recurso ante la Audiencia Nacional contra esta decisión. Y es que el déficit hay que pagarlo, sí o sí, ya que de lo contrario el sector entraría en quiebra.

Si el Gobierno no abarata el sobrecoste energético español por el lado de las primas verdes tendrá que repercutirlo, tarde o temprano, en la factura de la luz. El precio tendría que subir entre un 20% y un 30% adicional para compensar el déficit, según estima el propio sector y la CNE.

Nuevos impuestos

Claro que si PP y PSOE pactan, finalmente, congelar la tarifa, la única salida posible será subir los impuestos, tal y como señala el economista Lorenzo Bernaldo de Quirós. En este sentido, Industria ya está trabajando en la posibilidad de establecer nuevas tasas a las presas hidráulicas y a las plantas nucleares. Y esto podría ser tan sólo el inicio, ya que los partidos minoritarios de izquierda y el sector de las renovables exigen al Gobierno la creación de nuevos impuestos ecológicos para reducir el citado déficit.

¿Conclusión?

Así pues, si los recortes en las primas renovables, causantes del deficitario sistema eléctrico español, no son sustanciales, los españoles se enfrentarán a nuevas subidas en la factura de la luz, a otra oleada de aumentos fiscales o a una combinación de ambas hasta 2013. Y ello, siempre y cuando el Gobierno cumpla para entonces su objetivo (establecido por ley) de eliminar el déficit tarifario.

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