LD (L. Ramírez) El vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, insisten en que "no contemplan un escenario" en el que el volumen de parados en España alcance los cuatro millones de personas, un argumento que no sólo va contra las previsiones de la Comisión Europea, sino que algunos economistas consideran que esta cifra de desempleados ya se ha alcanzado.
La afirmación de Solbes y Corbacho tiene trampa, ya que ambos hacen referencia al paro registrado, es decir, que cuando hablan de desempleados incluyen sólo a las personas sin empleo que se registran en las listas de los Servicios Públicos de Empleo (el antiguo Inem) y que son considerados, a todos los efectos burocráticos, como parados.
Una vez más el maquillaje estadístico altera las cifras reales del mercado laboral. Y todo ello sin contar con la intención de Corbacho de sacar de las listas de parados a los prejubilados que quieren trabajar y al hecho de que se afilien niños a la Seguridad Social para alterar la población activa y, con ello, la tasa de paro, tal como público en exclusiva LD.
Según los datos oficiales del departamento ministerial que dirige Corbacho, el volumen de parados asciende a 3,13 millones al cierre de 2008 (la Encuesta de Población Activa dice que son 3,2 millones). Pero en este saldo no se incluyen los desempleados que sacó de las listas el ex ministro de Trabajo, Jesús Caldera, un mes antes de las pasadas elecciones generales, en febrero de 2008. Entonces, Caldera cambió el método de cálculo del paro para maquillar las cifras ante la pérdida de vigor del mercado laboral español.
Caldera sacó de los registros de desempleados a las personas que acuden a cursillos de formación y los catalogó como demandantes de empleo no ocupados (DENOS). El retrato robot de estas personas es evidente: inmigrantes que pierden su puesto de trabajo con la crisis al carecer de conocimientos que les permitan cambiar de ocupación y los españoles y extranjeros expulsados del sector inmobiliario por el pinchazo de la burbuja del ladrillo.
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Cuando se observan las cifras del cierre de 2008, esta tendencia es más que constatable. De las 237.757 personas incluídas en el DENOS, 160.843 son registradas en Andalucía y 24.236 en Extremadura, a años luz de los datos del resto de autonomías.
El maquillaje del Gobierno no se acaba aquí. El departamento que dirige Corbacho tampoco incluye en las listas a 150.680 parados, agrupándolos en el epígrafe estadístico de desempleados "con disponibilidad limitada" o con "demanda de empleo específica". Estas personas, según afirma el Inem, "son aquellos demandantes, sin empleo, que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo". Es decir, que son también parados.
Si se suman los desempleados DENOS y los citados de disponibilidad limitada y demanda de empleo específica, el volumen supera las 388.000 personas. Sumando esta cifra a los desempleados oficiales el saldo total de parados en España asciende a 3.517.400 personas, según los datos oficiales.
Algunos economistas no se fían del paro registrado
Pero este no es el número real de parados, tal como explica el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Roberto Centeno. A su juicio, "los datos oficiales del paro registrado son falsos, al igual que la Encuesta de Población Activa (EPA)", porque, además de los maquillajes estadísticos, "el paro total es, por definición, superior al paro registrado, pues no todos los parados están inscritos, y en España ha venido siendo un 20% más que el paro registrado".
"Por tanto, a día de hoy y sumando además el efecto Caldera al paro registrado, el paro total supera los 4 millones, no los 3,1 millones oficiales. Aunque, incluso con las cifras oficiales, el ritmo de incremento del desempleo es dos millones al año, elevando a tasa anual la cifra del último trimestre, por lo que el volumen de parados superará los seis millones a finales de 2009, y esto no es una recesión, sino una depresión económica. Y eso con las cifras oficiales del Gobierno, imaginesé con las verdaderas", explica Centeno.
Este argumento es defendido también por el economista colaborador de la escuela de negocios ESADE, Marc Vidal, que en su blog asegura que "vamos camino de 5 millones de parados reales, de un 22% largo de la población activa y en un escenario en el que casi dos millones de ellos, a diferencia de lo que pasó en 1993, no tendrá ningún tipo de cobertura familiar. Dos millones de personas desesperadas".
En la misma línea se pronuncia el ingeniero de telecomunicaciones y columnista, Fernando Solera, quien augura que "acabaremos 2009 con unos cinco millones y medio de parados. Esto significa que, desgraciadamente, la tasa real de paro dentro de un año ya no será del 18 o del 19%, sino del 22%".
Faes dice que se alcanzarán este año los cuatro millones
La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), presidida por el ex jefe del Ejecutivo José María Aznar, no cree que existan ya cuatro millones de parados, aunque prevé que España los superará este año, a pesar de que el Gobierno diga que es "absolutamente imposible" que dicha cifra se alcance. Según la fundación, la evolución del paro registrado en 2008 muestra una tendencia firme al alza que "nos pone rumbo a los cuatro millones de desempleados en 2009".
Por su parte, el doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid y ex responsable de la Oficina Económica de Moncloa con el Gobierno del PP, José Barea, apunta que existen muchos conceptos por los cuales el Gobierno deja fuera de la listas de parados a personas sin trabajo, aunque considera que algunas de estas categorías tienen razón de ser, como por ejemplo, la que saca de las listas a parados que sólo quieren trabajos de horario reducido o de fin de semana.
Cuando se observa la normativa del Sistema de Información de los Servicios Públicos de Empleo (SISPE) se observan muchas excepciones para no contabilizar a ciudadanos sin empleo como parados. Aquí están las que mas dudas generan a los economistas consultados y que la mayoría fueron aprobadas en 1985 por el entonces miembro del Ejecutivo socialista, Joaquín Almunia:
- Preceptores de prestaciones por desempleo que participen en trabajos de colaboración social
- Demandantes de un trabajo cuya jornada laboral semanal sea inferior a las 20 horas
- Demandantes de empleo coyuntural por un periodo inferior a tres meses.
- Demandantes que estén cursando estudios de enseñanza oficial reglada, siempre que sean menores de 25 o años o, si superan esa edad, sean demandantes de primer empleo.
- Trabajadores beneficiarios del subsidio agrario que estén percibiendo el subsidio por desempleo.
- Personas que estén apuntadas a cursos de formación de los Servicios Públicos de Empleo