Me parece un acierto lo de reprobar a los Srs. Corbacho y Moratinos, y creo que se debería añadir a la lista al Sr. Solbes, la Sra. Aido y al propio ZP ... por no decir al resto del gobierno. De los sindicatos, más vale ni hablar porque, al igual que se ha hecho con la Iglesia Católica que tánta labor social realiza en todos los ambientes, debería obligárseles a vivir de las cuotas de sus asociados. Lo que ocurre es que entonces no podrían continuar siendo colaboradores del gobierno en vez de ser los defensores de los trabajadores, que es para lo que fueron creados, y desaparecerían a corto plazo. ¡Qué habrá que no sepamos los sufridos contribuyentes!