(Libertad Digital) "El superjuez español ha vuelto al tajo". Así comienza un suelto editorial que dedica este viernes el periódico estadounidense al juez de la Audiencia Nacional. Y continúa: "Baltasar Garzón trabajó duro para hacerse un nombre la pasada década persiguiendo a cualquier supuesto chico malo en cualquier sitio". "Después de un año sabático en la Universidad de Nueva York, el juez, tras volver a su casa en España, tiene ahora a Silvio Berlusconi en su punto de mira".
"Usted puede intuir que los jueces italianos han gastado lo mejor de su tiempo en los últimos 13 años, desde que el hombre más rico del país se metió en política, intentando y fracasando al crucificar al señor Berlusconi. También se figurará que el Italiano vive y trabaja en Italina, no en España. Pero nunca acuse al juez Garzón de tener modestas ambiciones. Esta semana ha resucitado un viejo fraude fiscal contra el ex primer ministro italiano", asegura el WSJ.
"El caso surgió en 1997, pero fue detenido cuando el Señor Berlusconi asumió el poder en Italia. Después de que los italianos le echaran del poder el pasado mes de abril, el juez Garzón ha encontrado la posibilidad de seguir con su investigación en el presunto fraude en la televisión española Telecinco, en el que la empresa de Berlusconi Mediaset es el accionista mayoritario", continúa el periódico estadounidense.
"El procesamiento a un ex jefe de Estado puede parecer audaz, pero el Señor Garzón sabe cuáles son los casos que le pueden dar más publicidad. Garzón es el ejemplo ibérico de Eliot Spitzer, el fiscal general de Nueva York y candidato gubernamental quien persigue a gigantes de los negocios como AIG y Wal-Mart. Mientras Spitzer va tras las los jefes de las empresas, Garzón prefiere los jefes de los países", dice WSJ.