Pues claro que la vivienda es cara, carísima, y cuesta mucho más de lo que vale. Ahora, ¿de dónde se creían los ciudadanos que salía el dinero de tanto "mobiliario urbano" que a veces llega a estorbar, de tanta oficina para atender a pitos y a flautas, de tanto funcionario municipal que han crecido como setas, de tanto concierto "gratis", de tanta orquesta de aquí y de allá, de tanto teatro, de tanta ópera y de tanto todo que luego no ocupan una entrada si no se regala, de tanta campaña publicitaria, de tanto viaje de ediles a una punta y a otra del planeta, de tanto y tanto...? Pues, en buena medida, de lo que provocaba la subida del precio de la vivienda: la especulación del suelo, muchas veces, municipal. Y de las recalificaciones que había que pagar, al ayto de turno, (o a uno del ayto., o del partido del ayto.) Y, ¿de qué se pensaban personas con unos ingresos medios bajos que se podían permitir un piso con suelo de tarima, puertas de roble y tres baños? ¿Porque la cuota mensual era aceptable, ya podían? Pues no. Y ahora a llorar todos y a quejarnos. Sí, por no haber pedido una ley que no permitiera dar hipotecas por más del 50% del precio de la vivienda, y no haber exigido que todas las viviendas construidas con dinero público fueran sólo en alquiler.