El portal de compraventas inmobiliarias idealista.com se hace esta pregunta en uno de sus últimos estudios y, parafraseando un conocido libro, llega a la conclusión de que “los vendedores son de Marte y los compradores de Venus”. Es decir, que las expectativas de unos y otros son tan diferentes que el mercado está bloqueado.
Las cifras del INE dicen que en 2007 se vendieron 775.300 viviendas en España, una cifra que cayó hasta las 414.811 el año pasado (un descenso del 47% en dos años). Estos números hablan de un mercado muy parado, en gran parte debido a la crisis económica y al recorte del crédito por parte de la banca. Pero algunos propietarios, aún conociendo esta situación, no acaban de entender que sus casas sigan sin venderse (y sin que lleguen propuestas de potenciales compradores) después de muchos meses en el mercado y con un precio “en la media” de su barrio.
Esto es lo que trata de explicar el estudio de idealista. Según su análisis, el problema reside en que compradores y vendedores tienen expectativas muy diferentes. En cualquier transacción, el que vende quiere sacar el máximo y el que compra quiere pagar lo mínimo. Pero en el actual mercado inmobiliario esas dos cantidades están tan alejadas que las dos partes no se encuentran.
De esta manera, el número de contactos realizados en la web por posibles compradores crece rápidamente según el vendedor baja el precio (algo lógico, pero que ahora es mucho más acusado). Sin embargo, esto no provoca la consiguiente adaptación de los vendedores: la mayoría de los anunciantes mantienen ofertas un 30% por encima del precio medio. Es decir, que unos quieren comprar muy barato y otros vender muy caro.
Las razones de está situación residen en las peculiaridades que presenta el mercado inmobiliario español en los últimos años. Por un lado, los oferentes, muchos de los cuales compraron en pleno auge de la burbuja del ladrillo, no quieren vender sus casas por menos de lo que les costaron. Por el otro, los demandantes no están dispuestos a comprar a no ser que el precio sea muy atractivo, puesto que saben que el valor de los pisos todavía podría caer y, además, conocen que el mercado está de su parte, es decir, que hay muchos vendedores deseando desprenderse de sus viviendas.
Según idealista.com, en este momento los compradores son la parte fuerte de la relación y están dispuestos a explotarlo. Y más aún sabiendo que, incluso con la que está cayendo, el año pasado se terminaron más viviendas de las que se vendieron. Por eso, el 30% de las ofertas más baratas de su web acumula más del 50% de los contactos y, además, son las que más fácilmente se traspasan.
Es decir, que si alguien se está preguntando por qué no se vende su piso, ya puede imaginarse que la respuesta es la más dolorosa de las posibles: porque no lo ha puesto lo suficientemente barato.