(Libertad Digital) No son pocos los que han visto como sus deudas aumentan al mismo ritmo que el Euribor y sus gastos se elevan junto a un IPC desbordado, mientras sus salarios siguen en el mismo sitio. La única solución es recortar gastos o aumentar ingresos. Pero las deudas no se pueden recortar con facilidad, así que sólo queda vender las pertenencias, acudir a Cáritas o -como sucedió en la crisis de los 70- el pluriempleo.
Según datos de Randstad, la empresa holandesa de recursos humanos y soluciones de trabajo, el número de personas que busca empleo en 2008 ha aumentado en un 30 por ciento respecto al mismo periodo de 2007. De ellos, buscan un segundo trabajo hasta el 10 por ciento del total, el doble que el año pasado, aunque esta cifra varía mucho en función de la zona.
El candidato que solicita un segundo empleo no busca un puesto específico, sino que se inclina por empleos de baja cualificación, principalmente de teleoperador, azafata, promotor o atención al público, con mayor posibilidad de adaptarse a un horario estable.
Aunque en verano se ha experimentado un notable aumento de estas peticiones, el mayor incremento se espera para los meses de septiembre y octubre, para hacer frente a la famosa “cuesta de septiembre”.
Trabajar también en vacaciones
Los candidatos buscan un segundo empleo sobre todo para los fines de semana o con una jornada que puedan compatibilizar con su puesto actual. Como novedad, también son cada vez más los que utilizan sus días de vacaciones para conseguir un dinero extra trabajando.
El perfil de la persona que busca un segundo empleo es heterogéneo. La mayor parte son trabajadores con una cualificación media y con empleos más o menos estables que han experimentado una reducción del número de horas extras o cuyos horarios (principalmente empleos con jornadas intensivas) les permiten buscar otro para aumentar sus ingresos y mantener así su nivel de vida.
El perfil medio es una persona de 35 años que debe hacer frente a grandes responsabilidades económicas. Extranjeros con empleos poco cualificados en hostelería (limpieza, cocina, etc.) o profesionales provenientes de la construcción, sector en el que los sueldos suelen ser más altos