
LD (EFE) En una entrevista concedida a RNE, el vicepresidente se mostró partidario de incrementar el SMI en la medida en la que ese alza pueda ser absorbida por la economía, dentro de las circunstancias de cada momento. "Lo que me preocupa son los compromisos muy definidos en un plazo determinado, cuatro o cinco años, y en un contexto de incertidumbre económica como el que estamos", dijo.
Respecto al endurecimiento de las condiciones de la banca para conceder créditos, Solbes reconoció que "estamos en un momento de mayores restricciones de liquidez que en periodos pasados". Explicó que esto se debe a que las entidades financieras "en la medida en que invierten en proyectos inmobiliarios concretos, los analizan" y, según el momento, dan mayor importancia a unos o a otros. Añadió que las decisiones de la banca de analizar "en mayor profundidad" ciertos proyectos no son nuevas y que son una "consecuencia lógica" del exceso de peso que el sector inmobiliario tiene en sus inversiones.
Solbes volvió a mostrarse convencido de que España "va a seguir bien" y de que el sistema financiero "funciona de forma correcta", y destacó la importancia de adoptar "decisiones prudentes". Así, preguntado por la posibilidad de invertir el superávit en gasto social, explicó que el actual crecimiento del cuatro por ciento "no se puede sostener" y que el crecimiento potencial de la economía española se encuentra "en torno al tres o tres y algo", por lo que si nos gastamos el dinero que resulta de ese mayor avance "tendremos problemas dentro de unos años".
Preguntado por la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, en tono jocoso, dijo que "la cosecha de enmiendas a la totalidad este año ha sido magnífica" algo que, en su opinión, "tiene algo que ver con el periodo electoral y con que todo el mundo quiere exponer sus puntos de vista". A partir de ahí, dijo, "es muy difícil saber si sólo se pretende eso o algo más".
Respecto a la posibilidad de compensar el alza de los carburantes con una bajada de impuestos explicó que con esta medida lo que el Gobierno haría es "bajar el precio de la gasolina y de los carburantes" que es lo que se intenta evitar con todas las políticas medioambientales. "Hay que mantener los precios del carburante altos para desincentivar el consumo y no tener problemas medioambientales ni escasez a medio y largo plazo".
Respecto al endurecimiento de las condiciones de la banca para conceder créditos, Solbes reconoció que "estamos en un momento de mayores restricciones de liquidez que en periodos pasados". Explicó que esto se debe a que las entidades financieras "en la medida en que invierten en proyectos inmobiliarios concretos, los analizan" y, según el momento, dan mayor importancia a unos o a otros. Añadió que las decisiones de la banca de analizar "en mayor profundidad" ciertos proyectos no son nuevas y que son una "consecuencia lógica" del exceso de peso que el sector inmobiliario tiene en sus inversiones.
Solbes volvió a mostrarse convencido de que España "va a seguir bien" y de que el sistema financiero "funciona de forma correcta", y destacó la importancia de adoptar "decisiones prudentes". Así, preguntado por la posibilidad de invertir el superávit en gasto social, explicó que el actual crecimiento del cuatro por ciento "no se puede sostener" y que el crecimiento potencial de la economía española se encuentra "en torno al tres o tres y algo", por lo que si nos gastamos el dinero que resulta de ese mayor avance "tendremos problemas dentro de unos años".
Preguntado por la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, en tono jocoso, dijo que "la cosecha de enmiendas a la totalidad este año ha sido magnífica" algo que, en su opinión, "tiene algo que ver con el periodo electoral y con que todo el mundo quiere exponer sus puntos de vista". A partir de ahí, dijo, "es muy difícil saber si sólo se pretende eso o algo más".
Respecto a la posibilidad de compensar el alza de los carburantes con una bajada de impuestos explicó que con esta medida lo que el Gobierno haría es "bajar el precio de la gasolina y de los carburantes" que es lo que se intenta evitar con todas las políticas medioambientales. "Hay que mantener los precios del carburante altos para desincentivar el consumo y no tener problemas medioambientales ni escasez a medio y largo plazo".