El clamor entre los independentistas a favor de las elecciones autonómicas anticipadas para traducir en escaños una suerte de segunda vuelta del 9N es cada vez más intenso. La aparición de Podemos en el escenario catalán y los signos de que la burbuja separatista comienza a deshincharse son los factores que agitan los partidarios del avance de los comicios. La frase más repetida es "ahora o nunca" y el concepto, el de la "ventana de oportunidad", que se cerraría a partir del ciclo electoral que da comienzo con las municipales.
En este contexto, el empecinamiento de Artur Mas se debe en parte y según una tesis difundida desde la dirección de ERC a que Carme Forcadell le insiste en que no se apee de una lista única y abierta a la sociedad civil como peaje para convocar elecciones a celebrar en marzo.
En esa candidatura, Carme Forcadell, exconcejal de ERC en Sabadell, aparecería en los puestos de privilegio y podría conseguir saltar al parlamento autonómico antes de abandonar la dirección de la ANC, algo que por estatutos de la propia organización deberá hacer también en primavera.
La cercanía de Forcadell a Mas y su influencia en el restringido entorno presidencial es evidente, hasta el punto de que la líder de la ANC se ha opuesto en público a una candidatura liderada por Junqueras porque "carece de la dimensión internacional de Mas". Forcadell ha sido la embajadora de Mas entre los independentistas de primera hora y también la que ha concedido al presidente de la Generalidad la credibilidad separatista de la que goza por el momento.
Ante esa situación, ERC actúa sobre los equilibrios de poder internos de la ANC, desprestigia a Forcadell por su ego, advierte que no toda la organización es partidaria de la fórmula de lista única de Mas y sugiere veladamente al "president" que la "información" que le traslada Forcadell sobre el apoyo del que disfruta en la entidad separatista no es exacta.
En Convergència se atienen a la versión de que Mas no quiere convocar unas elecciones sólo para cambiar de gobierno autonómico y que la candidatura separatista unitaria es la mejor manera para convertir los comicios en unas plebiscitarias.