Una de las noticias de la visita de tres días de Barack Obama a Cuba fue la ausencia de un encuentro con Fidel Castro, algo que suele ocurrir cuando otros mandatarios visitan la isla. Para mantener su presencia en los medios, el dictador se reunió poco antes de la llegada del presidente de EEUU con Nicolás Maduro. Algunas versiones apuntan a que el chavista pidió su ayuda para interceder ante el mal momento que pasaba con Washington. El verdadero tema del encuentro no se hizo público.
Ahora Castro reacciona por primera vez a la visita de Obama. En su acostumbrada columna "Reflexiones de Fidel" del diario del régimen 'Granma', el dictador analiza la presencia del presidente estadounidense en Cuba y sobre todo el tan esperado discurso que pronunció en el Gran Teatro de La Habana que fue retransmitido en vivo por la radio y televisión estatales.
En el artículo titulado "El hermano Obama", Castro advierte que "nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura". Además, apunta que "no necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta".
El dictador, ausente de la vida política activa desde hace ya varios años, hace un recuento de los episodios más polémicos entre La Habana y Washington. Entre ellos, la Bahía de Cochinos de 1961 cuando "una fuerza mercenaria con cañones e infantería blindada, equipada con aviones, fue entrenada y acompañada por buques de guerra y portaaviones de Estados Unidos, atacando por sorpresa a nuestro país". Sobre todos estos temas dice que "mi modesta sugerencia es que reflexione y no trate ahora de elaborar teorías sobre la política cubana".
También apunta a los supuestos olvidos de Obama en su discurso. Tras mencionar "un bloqueo despiadado que dura ya casi 60 años", se pregunta: ¿Y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?" Lo que no menciona en ningún momento Castro son las intercepciones de sus fuerzas de seguridad a los que intentan buscar la libertad poniendo sus vidas en riesgo y a los presos políticos.