El controvertido periodista no ha dudado en las últimas semanas en anunciar su voto en primera vuelta para la hija del expresidente Alberto Fujimori, hoy recluido en la cárcel por crímenes contra la humanidad. Para la segunda vuelta, no habrá mucho cambio tal y como lo ha anunciado en sus columnas de Perú 21, un diario del grupo El Comercio.
Pero si sus columnas han tenido cierta repercusión entre los peruanos, ahora Jaime Bayly entrará de lleno en la campaña electoral con un programa de televisión todos los domingos por la noche. En su presentación a través de un vídeo, el también escritor ha señalado que "como ustedes saben, tengo fama de ser el francotirador, no tengo fama de ser el pacificador, de ser muy neutral. Lo más probable es que sea un poco subjetivo, apasionado y atrabiliario, pero al menos diré limpia y honestamente lo que pienso y examinaremos juntos ambas candidaturas, la de Keiko (Fujimori) y la de Ollanta (Humala) y trataremos de pensar juntos cuál es el voto más inteligente, que más nos conviene a los peruanos". En otra presentación, apunta que analizará "las virtudes, los defectos de la señora Keiko Fujimori y analizando los defectos... y los defectos (sic) de la candidatura del señor Ollanta Humala".
Sin embargo, esta llegada de Bayly ocurre en un momento crítico para la prensa peruana, sobre todo para todos los medios vinculados al diario El Comercio. Hace una semana, se anunció la separación de varios periodistas (y otras renuncias) de algunos de los medios que pertenecen al mismo grupo periodístico. Algunos denunciaron que el grupo quería presionarlos para que sólo dieran informaciones favorables a Keiko Fujimori y perjudicar así a Ollanta Humala. Muchos en el Perú creen entonces que la llegada de Bayly a América Televisión (también del mismo grupo mediático) tiene un objetivo claro: favorecer a Keiko Fujimori y tumbar a Ollanta Humala.
Voto declarado
El pasado lunes 4 de abril, es decir seis días antes de la primera vuelta electoral, Bayly confesó que iría a votar "con entusiasmo por la señora Keiko Fujimori". El periodista justificó su voto porque "es una mujer que ha demostrado su tranquila inteligencia, su serenidad y firmeza en los momentos adversos y su tolerancia a las críticas más despiadadas sin perder el talante y la sonrisa".
En otro de sus escritos, Bayly intenta lavar la imagen de la hija de Fujimori, quien en muchas oportunidades ha señalado que estuvo en contra de algunas decisiones de su padre pese a que en ese momento nunca lo manifestó. La candidata también ha manifestado que se opuso a la tercera candidatura de Alberto Fujimori, pese a que estuvo presente en la mayoría de sus actos de campaña en el año 2000. Bayly recuerda que "cuando el señor Fujimori dio el golpe de 1992, su hija Keiko tenía apenas 16 años. Era menor de edad. Estudiaba en el colegio Recoleta. No tiene sentido suponer que Keiko tramó el golpe o participó del golpe o animó a su padre a dar el golpe. Keiko era una adolescente que cumplía deberes escolares. Por lo tanto, es injusto y abusivo culparla del golpe de su padre. A los hijos menores de edad no se les culpa por los errores o los delitos de sus padres".
Como estos dos ejemplos, Bayly ha repetido en numerosas oportunidades su preferencias a favor de Keiko Fujimori y su radical oposición a Ollanta Humala, un hombre que en su opinión (y la de muchos peruanos también) "pondría en riesgo la democracia peruana (pues, como es bien sabido, el señor Humala admira a dictadores como Hugo Chávez y Fidel Castro) y frenaría al crecimiento económico sostenido de los últimos veinte años, que ha logrado rebajar la extrema pobreza en el Perú".
Lo que es cierto es que la nueva aparición televisiva de Jaime Bayly, últimamente más presente en noticias de la farándula peruana por sus relaciones sentimentales, removerá parte de la campaña. Ocurrió hace unos meses cuando apoyó abiertamente en su programa del canal Frecuencia Latina a la izquierdista Susana Villarán –a la postre ganadora- en las elecciones municipales y atacó duramente a la conservadora Lourdes Flores del Partido Popular Cristiano (PPC). Ahora, para las presidenciales, sus preferencias parecen haber dado un vuelco ideológico.